martes, 12 de mayo de 2009

No pueden evitar que ría,
cadenas que tiran,
grilletes que apretan,
piedras sobre mi cabeza.

Quieren controlar el latido,
pero solo generan el odio,
la sensación es de olvido,
cuando nadie te susurra al oído.

Envían todos sus buitres,
para que te destripen,
hasta que ya no grites.

Pero por más que insistan,
nunca podrán evitar,
que mi corazón libre sea.

No hay comentarios: