viernes, 30 de mayo de 2008

30-05-2008 otro sueñito :S

Un muelle de madera sobre el cual pelean un adolescente Clark Kent de Smallville y un enojado y golpeado LJ de Prision Break.
La imagen está detenida con los efectos de la velocidad del movimiento, al acercarme floto sobre un grupo de gente que se baña alegremente en las humeantes aguas termales. Entre las caras conocidas está Lana Lane. Un hombre grandote está expectante y con cara de pánico señala hacia un punto, lentamente todas se preparan y salen del agua lentamente, todas llevan atuendos de cuero, todas mujeres guerreras con poderes especiales y Buffy está al mando.
Toda la atención está puesta en esa figura que emerge lentamente, como si la superficie del río fuera una fina película de plástico blanco que se va estirando tomando la forma de la cabeza humana, que parece estar gritando.
Al salir del agua nadie hace nada ya que no es quién esperaban, los está engañando a todos y no se dan cuenta, la plaga caerá sobre ellos por no hacer nada.
Todo el pueblo mira como la carreta se lleva los cuerpos, algunos decapitados, otros desangrados, otros son solo piel y carne sin huesos. Todos víctimas del engaño.
Miro por las puertas desde el exterior de la empalizada que protegía al pueblo, un chico que estaba en la torre de guardia cae de bruces en medio de la entrada. Se levanta y corre en dirección del bosque presa del pánico.
Por la escalera baja el hombre invisible usando solo unos slips blancos, mientras se escucha una risa diabólicamente sádica.
Estoy dentro de la caja de una camioneta vieja, una mujer está al volante (es la Doctora Ritsuko, de la serie Evangelion) y fuera se ven muchos mutantes destruyendo vehículos, pero no matan, solo están buscando, pero que es lo que buscan?¿
Una mujer felina (con terribles ojos amarillos) me mira desde la ventana y golpea la chapa haciendo que todo el vehículo se sacuda, Ritsuko acelera a más no poder haciendo que varios mutantes enfurecidos nos persigan, se parece a una escena de Mad Max II.
Después de un rato una mala maniobra en una curva hace que nos estrellemos.
Corro por un bosque de pinos detrás de dos personas, el miedo es terriblemente embriagador, al cruzar un arroyo me freno y me doy cuenta que nada de culpa tengo en todo esto y el terror comienza a retirarse, pero ésta retirada es interrumpida por el maldito timbre de la puerta.
Por más que la sensación de terror se estuviera retirando, la resaca está bien presente. La respiración agitada, la angustia en el pecho.
Solo una pesadilla parecen decirme los pájaros con su canto matinal, ya que despiertos estamos, una buena ducha vamos a darnos para el día comenzar con una sonrisa.

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