martes, 15 de abril de 2008

About dreams and the madness within

05/04/2008

Me encuentro agazapado, esperando, percibo (estoy como dormido) que la presa se acerca, siento las vibraciones que sus movimientos producen, me preparo y salto sobre ella, un movimiento fugaz y preciso, con una mano la volteo y con la otra separo la cara para dejar la arteria accesible y mi dentadura clavo, un segundo despues siento el delicioso sabor de ¿Dulce de leche? me llama la atención, pero no puedo despegar mi boca y sigo bebiendo.
Cuando termino me levanto y miro a mi alrededor, ya no estoy entre montañas sino rodeado de edificios, pero nada se escucha ni nada se siente mas que silencio, nunca vi Diagonal Norte tan vacía, pero mas que tranquilidad siento nervios, algo asecha, puedo percibirlo, camino hacia el obelisco y de pronto todo esta en llamas, escombros por doquier, explosiones, polvo, disparos, gritos y mucho olor a sangre (dulce de leche) corro para escapar y me meto en el primer recoveco que encuentro para aparecer en la cubierta del Perla Negra manipuleando un cañon mientras el Capitan Sparrow me reclama algo que tengo y que el quiere.
Aplico la brasa para disparar el cañon y vuelvo a la montaña ¿corriendo?. No, no corro, me deslizo levitando a escasos centimetros del suelo, de vez en cuando rozo la superficie para tomar mas impulso y veo y siento el cesped, el agua helada y cristalina del deshielo formando arroyos, me elevo para detenerme en brazos cálidos y llego a mi descanzo.

14/04/2008

Una calle que es, pero no es la de mi actual trabajo, se supone que tendría que haber una combi, pero la calle desierta está, Miro a los costados y me doy cuenta que me olvidé la mochila, subo a buscarla, pero no la encuentro por ningún lado, una voz fémina me pregunta que busco, reapondo mi mochila, con una sonrisa me dice, hace unos dias que venis sin mochila. Pienso... si, es cierto, devuelvo la sonrisa y bajo.
En lugar de la combi hay una chata, pero no cualquier chata, es la chata de mi viejo y dentro de la caja sentados esperando hay personas que se supone trabajan en el mesmo lugar, pero no lo hacen tampoco y todos están esperándo por mi para empezar el viaje, cuando me acerco me hacen señas que suba en la cabina, me siento en la cabina tan cómoda y acojedora, mientras espero ver subir a mi viejo al volante se introduce la mesma fémina sonriendo y saltando. Dice que está contenta de que la deje sentarse a mi lado y me da un beso cariñoso en la mejilla y me sonríe con sus grandes ojos oscuros mientras pienso y trato de recordar de donde saco tamaña confianza si apenas unas palabras cruzamos.
Rodeado de calidez y frescura estoy cuando quiero bajarme y el despertador suena dejándome con la intriga sobre esta broma del inconsciente.

No hay comentarios: