lunes, 21 de enero de 2008

dos pensamientos enfrentados, unidos, pero separados

Sentir racionalmente o racionalizar lo que se siente.
La eterna pelea entre el cerebro y el corazón, jajajaja, como sobrevivir sin en el intento morir????
Ni pálida idea, pero si se que uno puede aceptar los sentimientos o no, eso ayuda a que la convivencia mas pacifica sea, pero si uno busca a cada cosa una explicación racional, o lo que consideramos una explicación racional, lo mas probable es que perdamos parte de ese fuego que los sentimientos nos proveen.
Hay sentires que explicarse pueden ya que ligados a una línea lógica están, pero cuando de amor se trata... la lógica pierde sentido, la absoluta matemática de 1+1=2 deja de ser absoluta para ser mas que nunca caótica, porque eso es? porque cuando se ama no se piensa, al menos en mi caso, no hay explicación lógica que pueda valer, porque trato de no negar mi sentir, en algunos casos el cerebro gana unos metros, pero en otros queda totalmente anulado, y para nada me arrepiento de que así sea, porque eso me permite vivir momentos especiales con una intensidad que el cerebro nunca podría igualar.
Cuando veo a una persona cercana tan empecinada en darle un sentido lógico y racional a los sentimientos veo como esa persona cálida se convierte en una calculadora fría, y eso resulta triste en muchos aspectos, mas cuando alguien cercano y muy querido es. En algunos casos se debe a reiteradas desdichas o desilusiones, en otros... que se yo porque motivo no quieren aceptar lo que sienten sin darle lógica.
En el primer caso uno puede intentar mostrarle que no todo es de esa manera, y que se puede vivir sintiendo sin necesidad de estar tan a la defensiva y tratar de hacer una puerta en esa muralla de concreto que se autoforman para aislarse, así poder ver en el interior y compartir cosas mas cálidas, en otros casos me dan ganas de destrozar toda esa muralla a golpes o dinamitarla para que no pueda volver a levantarla delante mío y sacarla de su encierro para que pueda disfrutar de la libertad que hay fuera. Claro que después de esta acción lo mas probable es que me odie por eso.

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La vida en etapas dividirse suele, pero tan absoluto como absurdo es, las etapas pueden dictarse por varios aspectos, por un lado el aspecto natural de los años, pero también en muchos casos por la madurez o no del individuo y porque no de la sociedad.
Que es lo que hace que vivamos las etapas de la vida???
A veces uno conciencia toma de que ya no esta para ciertas cosas, mas bien dicho que no puede todo el tempo hacer esas cosas, como por ejemplo, jugar con algún juego o juguete, hacerlo podemos, pero no todo el tiempo como un niño, eso es porque hay otras cosas que nos llaman la atención o bien que el entorno nos pide.
Si por cualquier situación o circunstancia de la vida se saltea alguna etapa, vivirla después no se puede, porque? simple, porque el tiempo atrás llevarse no se puede, si como padre o madre, pierdes, por el motivo que sea, los primeros años de vida de tu hijo, no podrás verlo después caminar por vez prima, ni decir el primer balbuceo que identificas como palabra, si en esos primos años no estuviste, no tienes mas que aceptarlo y hacer mas que lo imposible por que los años siguientes tu hijo te vea como ejemplo a seguir.
Muchas veces pasamos de largo etapas en algún momento, en general es en esa etapa tan especial como la adolescencia, según mi padre, edad en la cual se entra pero nunca se sale en algunos casos, muy cierto eso es, jejeje, también a veces al no aceptar el freno que nuestros padres nos quieren dar, salteamos esas etapas y con el correr de los años decimos "cuanta razón tenían los viejos", también en otros casos es que nuestros padres no ponen el freno que deberían y cuando los años pasan queremos vivir lo que no vivimos en ese momento. Este tipo de circunstancias aparejados varios conflictos puede, tanto internos como externos, internos porque no entendemos lo que nos sucede y hasta a veces nos hace perder el camino que veníamos siguiendo, hasta el punto de abandonar la construcción del futuro o convertir una buena relación en un infierno.
Las etapas que vivir no pude, por el motivo que sea, ya no podré vivirlas, así que llorar por años por no haber tenido esas vivencias en esos momentos de nada servirá, si para desahogarse y descomprimir el pecho, una vez hecho esto, se acepta la realidad y se continua con la vida antes de que por llorar esa etapa o querer vivirla tarde pierda algo mas maravilloso aun.

martes, 15 de enero de 2008

09/02/2006
UNA VERDAD
"Las flores nacen, después se marchitan...
las estrellas brillan, algún día se extinguen...
Esta tierra, el sol, las galaxias y hasta el mismo gran Universo algún día también se destruían...
Comparado con eso, la vida del hombre no es mas que un parpadeo, un escaso momento...
En ese escaso momento, las personas nacen, ríen, lloran, luchan,
son heridas, sienten alegría, tristeza, odian a alguien, aman a alguien.
Todo en un solo momento.
Y después, son abrazados por ese sueño eterno llamado muerte."

24/01/2006
The "H" word
What means to be happy???????
Have no problems?
Be smiling all the time?
Be loved by a lot of people?
Or maybe
Face the problems?
Take care of your love ones?
Never betray yourself?

Millions of different answers will this questions have. Not all the same way we think, that’s way difficult a relationship is.
For me, the three last are closer to my happiness. One asked me ones, Why r u smiling if u have almost nothing? Cause I learned to enjoy my moment, could be bad, worst, but its part of my life, why should denied? So if denied myself I do, then closer to eternal darkens I am.
Publicaciones dos que revolotenado en mi cabeza andan desde hace dias, ambas dos en mi espacio del msn estan.

sábado, 12 de enero de 2008

Una mañana de inspiracion surgio en.

I

-Todo dentro de los parámetros aceptables, señor.
-Perfecto,- los ojos del científico observaban con detenimiento los datos que aparecían en la pantalla, -creo que tomaré esa taza de café sargento.
-Si señor.- El joven sargento le trajo una taza de café al científico, quién bebió unos sorbos sin despegar los ojos de la pantalla.
-¿Que sucede?- Algo estaba mal, la alarma se activó.
-Señor, parece que está despertando.- Había temor en los ojos del joven científico.
-¿Como?, eso es imposible, no dentro de la cámara éxtasis. Cancele la operación.
-Los mandos no responden... ha soltado los amarres.
-Alerta roja a todos los niveles, que preparen las armas.- El jefe científico mantenía aún la calma.
-¿Intentará destruirlo Señor?
-No sargento, usaran descargas eléctricas para inmovilizarlo.
-Señor, ya ha escalado dos niveles.
-¿Tan rápido?- fue un susurro para si mismo. -¿Donde están las fuerzas de seguridad?- El semblante del jefe se invadió de una leve tensión, pero parecía totalmente calmado.
-Lo interceptaran en quince segundos, en el nivel 45.
-Líder de escuadrón reporte.- Por los altoparlantes se escuchaba la comunicación con el equipo de seguridad, la tensión en la central estaba aumentando.
-Tenemos contacto visual con el objetivo... por todas las estrellas que demonios es eso... ¿que mierd... retrocedan, abran fuego y retrocedan.- Se escuchaban sonidos propios de una batalla y muchos alaridos de dolor. -Señor, nos está barriendo como moscas y nuestras armas no le producen el menor daño visible... buscaremos tomar posición en algúno de los niveles super...- La radio quedó muda.
-Teniente, responda. ¿Que fue lo que sucedió?
-Señor, se perdió contacto con el equipo de seguridad... según los censores todos fueron anulados.
-¿Todos? Maldición, ¿donde se encuentra ahora?
-En el nivel 41 y sigue subiendo...
-Comunícame con la superficie, que todas las reservas de seguridad se preparen en el nivel 26, activa las defensas internas automáticas.- La calma estaba comenzando a abandonar al jefe.
-Señor.- el hombre vestido de traje que estaba a su lado le susurró la pregunta al oído, -¿porque no dejar que las defensas automáticas lo detengan, y evitar arriesgar más vidas?
-Porque los sistemas son muy anticuados en los niveles superiores, si las defensas no logran detenerlo, esperemos que por lo menos lo debiliten lo suficiente como para no tener que destruírlo.
-Señor los sistemas de defensa no resultan, continúa ascendiendo.
-Se reportan perdidas en todos los niveles inferiores.- Otro joven científico era el que hablaba ahora.
-Alex, envía un mensaje a la superficie, código Cuervo Perdido. Después de eso sella todos los niveles inferiores, máximo poder a las defensas y de la orden de evacuación.
-Señor, no habrá suficiente tiempo para que todos abandonen las instalaciones.
-La defensas en máximo poder nos darán un poco más de tiempo, ¡Hágalo ahora Alex!
El joven científico envió el mensaje, pero al ver la pantalla lanzó un grito.
-¿Que sucede?
-Está aquí.- Alex apenas pudo moverse, del otro lado del gran cristal se veía la criatura, enorme y amenazante, el fuego de las defensas parecían no producirle el menor daño.
-Señor la compuerta no abre.
-¿Como que no abre?, ábrala como sea sargento.- El hombre de traje tenía pánico en la mirada, mientras el jefe se puso de pie y se acercó al cristal.
-Entonces si despertaste, ¿y ahora que harás?
Con un estruendo el cristal se derrumbó en mil pedazos.

II

-Señor, ha llegado un comunicado del Jefe Normibrio.
-¿Que dice soldado?- El teniente estaba sentado tomando café y disfrutando de un habano.
-“Cuervo Perdido”
-¿Como?- El canoso teniente derramó su café y salió de la oficina. -¿Cuanto tiempo desde que llegó el mensaje?
-Un minuto, señor, pero fue interrumpida por motivo desconocido, solo nosotros la recibimos, al parecer las otras bases no tienen idea.
-Un minuto... tal vez aún podamos hacer algo, de la alerta roja general.
-Pero señor...
-Haga lo que le digo soldado o yo personalmente lo entregaré como voluntario para “Morbo”.
-Si señor.
-Comuníquenme con el alto mando. Que dos escuadrillas de bombarderos despeguen con máxima carga de armamento clase N, con rumbo norte y envíen minijets a las otras bases con el mensaje.
-¿Señor, piensa utilizar armamento clase N?
-¿Acaso ustedes mocosos están sordos? Si no reaccionan rápido pronto moriremos.
-Si señor.- El joven Sargento tomó control de la central y comenzó a dar indicaciones como si fuera un veterano, mientras el teniente le hizo un rápido croquis del plan de acción, las indicaciones tomaron por sorpresa a los habitantes de esa base. En su gran mayoría jóvenes apenas recibidos o aún en plena carrera, salvo algúnos pocos sargentos de segunda y los tres jefes de mecánicos, quienes movilizaron a las tropas para que el trabajo se realizaran en el menor tiempo posible. Unos cuantos minutos después las tropas de tierra estaban listas y comenzaban a partir en columnas, pero los bombarderos aún no estaban listos debido al armamento.
-Señor, el jefe de hangares pide con usted.
-Pásamelo.- el teniente tomó el teléfono. -¿Que... claro que di la alarma y la orden... no hay tiempo para explicar... yo me encargaré del alto mando tu prepara esos bombarderos.. si, exacto.- Colgó y le preguntó al sargento. -¿Como vamos?
-Las divisiones terrestres estarán en posición en cinco minutos, a los bombarderos les tomará un minuto más en llegar al blanco.
-¿Noticias de las otras bases?
-No señor, tampoco podemos comunicarnos con el alto mando.
-Bien, que comiencen el ataque en cuanto estén listos.
-No esperará que las otras bases se preparen?
-No hay tiempo, que nos alcancen una vez comenzado el partido.
Los minutos pasaron como una eternidad, los jefes de mecánicos habían llegado hasta la torre de control y contemplaban expectantes.
-Los bombarderos están en rango de ataque, solicitan instrucciones.
-Que descarguen todo lo que tengan sobre el domo.
-¿Lo cree necesario señor?
-Que lo hagan, es una orden.
-Si señor.
-Levanten escudos.
-Las divisiones terrestres tienen sus escudos en línea y a máximo poder. Impacto en quince segundos.
Los Jefes hablaban entre ellos con una absoluta calma.
-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que viera una detonación como esa.
-Si, esperaba no tener que verlas nuevamente en los años que me quedaran.
-Bueno, parece que no podremos disfrutar más de la paz.
-Impacto en tres segundos.

III

-Parece que algo está sucediendo en el Domo Y, mira.- Los dos pares de ojos observaban las lecturas de los satélites
-Por los dioses, eso es una enorme explosión case N.
-Según las lecturas es la suma de muchas bombas detonadas en el mismo sitio. Mejor avísale al general.- El teniente hizo girar el eje de su silla, pero se frenó al ver al coronel.
-¿Que sucede teniente?
-Señor, obtuvimos lecturas de múltiples detonaciones de clase N en el Domo Y.
-¿Como? ¿algún accidente?
-No lo sabemos señor.
-¿Que espera para comunicarse con el Domo?
-Si señor, lo haremos de inmediato... señor, no hay comunicación con el Domo, aparentemente hay algúna clase de interferencia.
-Contacte a las bases de apoyo, tal vez ellos sepan lo que esta sucediendo.
-Si señor.- Mientras el teniente intentaba comunicarse con algúna de las bases el otro teniente estudiaba los datos del monitor. -Señor, según las lecturas del satélite, hubo una movilización de elementos desde Parkos.
-¿Está seguro?
-Si, señor, primero se movilizaron elementos terrestres que tomaron posiciones estratégicas y unos minutos después unos elementos aéreos despegaron con dirección al Domo. Después de eso las detonaciones.
-Alto, alto, déjeme ver la distribución de los elementos terrestres.
-¿Cual es la emergencia?- El general estaba de pie observando el movimiento que había en el centro de monitoreo.
-Señor, hubo detonaciones múltiples de clase N en el Domo Y.
-¿Como? déjeme ver.- El general bajó y observó las lecturas del satélite.
-Observe las posiciones de los elementos terrestres señor. Es como si cuidaran que nada saliera del Domo.
-Eso solo puede significar una cosa... alerta total, hablaré con el almirantazgo, mantengan la zona bajo vigilancia extrema, si algún insecto intenta moverse quiero saberlo.
-Si señor.
El general salió del edificio con mucha prisa y se dirigió hacia el complejo gobunamertal, entró en la sala de reuniones y se encontró con los más altos rangos que existían, muchos se mostraban molestos por haber sido arrancados de sus actividades para esa reunión.
-General, quisiera usted explicarnos el motivo por el cual nos vemos reunidos hoy aquí?
-Si señor,- pulsó un interruptor y en la pantalla aparecieron las imágenes que el satélite tomara en el momento de la detonación. -Como pueden observar se vieron una serie de detonaciones clase N en el Domo Y.
-Por todos los dioses, ¿saben cual fue el motivo?- El almirante observaba atónito al igual que el resto de los presentes.
-Se ha perdido toda comunicación con la zona, pero analizando las lecturas se encontraron movilizaciones de gran escala desde Parkos, como ahora pueden ver, los elementos terrestres tomaron posición unos minutos antes de que los elementos aéreos bombardearan.
-Almirante mire la distribución de los elementos terrestres...
-Lo veo general, es el plan de contención, pero las otras bases no mostraron ningún movimiento?
-No señor, tampoco nos pudimos comunicar con ellos.
-¿Quién estaba al mando de la operación?- Preguntó el almirante.
-Si no sufrieron cambios en los turnos el que estaba al mando en ese momento era... - el general revisó los datos en su terminal portable, -el teniente Jimenez.
-Bueno, eso resta suposiciones.
-¿Lo conoce señor?- Preguntó un general al almirante.
-Si, fue mi superior hace cuarenta años, si no fuera tan rebelde estaría sentado aquí ahora... no, él no mandaría un ataque de esa magnitud sin una buena razón. Encuentren la manera de entablar comunicación con la base y con el Domo, necesitamos saber lo que está sucediendo.
-Si señor.- El general saludó y se retiró.
-Bien señores debemos suponer la peores posibilidades para este caso, el Domo Y es uno de los más nuevos y avanzados, pero hasta no tener conocimiento fehaciente de lo ocurrido tomaremos medidas de extrema seguridad, todas las fuerzas en estado de alerta y preparación.
-Señor, hay otro inconveniente.
-¿Cual general?
-Bueno, es cierto que el Domo Y es uno de los más nuevos y avanzados, también es al que más bases militares lo rodean.
-¿Cuantas?
-Siete, y en los últimos diez años se ha formado una ciudad en las cercanías, el continuo crecimiento de la misma la convirtieron en una de las más grandes.
-Bueno, eso es un contratiempo, pero lo resolveremos a su debido tiempo. Hablaré con el presidente y el senado.

IV

-Me dijeron que quería hablarme almirante
-Si señor presidente, por favor observe esto.
-¿Que es eso?- Preguntó el presidente con horror en su mirada. -¿Acaso es una explosión nuclear?
-No señor, son detonaciones de clase N, son cuatro veces más poderosas que las nucleares, y los efectos posteriores son también más terroríficos.
-¿Como?- el presidente estaba tan sorprendido como horrorizado.
-Si señor.
-¿Quién autorizó el uso de semejante fuerza?- Preguntó el presidente con un leve tono colérico.
-Aún no estamos seguros, señor presidente, toda comunicación con el área afectada ha sido interrumpida incluso antes de las detonaciones. Equipos han sido enviados para investigar, y en cuanto tengamos algúna certeza de lo que ocurrió le sugiero que declare estado de emergencia.
-¿Que declare estado de emergencia?
-Si señor, es muy probable que estemos bajo ataque de un Garnog.
-Pero como es posible? desde hace treinta años que no sufríamos ningún ataque.
-Es cierto señor, pero es probable que volvieran.
-¿Como puede estar seguro?
-Bueno señor, las detonaciones se produjeron en el último Domo.
-¿Que sucedió en el Domo para que detonaran armas más poderosas que las nucleares?
-Eso señor presidente es lo que no sabemos con certeza.

V

-Hey chico, ten más cuidado con la bicicleta la próxima vez.
-Lo siento señor.- Gritó el niño mientras seguía pedaleando su bicicleta.
El hombre continuó su camino hasta la entrada del edificio, mostró su identificación como siempre y entró en el elevador, con el cual descendió hasta el subnivel 14, al abrirse las puertas del elevador, un agitado muchacho lo esperaba.
-Señor, ¿Donde estaba? hace una hora que tratamos de comunicarnos con usted.
-Tranquilo, tranquilo, ya estoy aquí, ahora dime cuál es la emergencia?
-Todos los pilotos de Meborg han sido llamados a estado de emergencia. Ya se han presentado todos menos usted...
-Ya cálmate ¿quieres?- Le dijo el hombre mientras depositaba el envase vacío en el basurero. -¿Es acaso algún otro aburrido simulacro?
-No lo creo, ésta vez me parece que es en serio, he corroborado con los otros Domos y todos están en estado de alerta.
-Cuando dices todos, te refieres a...
-Hasta donde yo se todos los de éste lado del océano.
-Pues eso si que es nuevo, nunca lo habían hecho en ningún simulacro. Déjame ducharme y después iré a mi Meborg.
-¿Que?, pero en que rayos estás pensando petulante? ¿quieres que el coronel te destituya de tu puesto?
-Ha querido hacer eso prácticamente desde que llegué al programa hace diez años, no podrá hacerlo ahora con una alerta general sobre su cabeza. Tienes que aprender a tranquilizarte, salir cuando no estás trabajando en los Meborg, tal vez conocer alguna chica... oye si quieres puedo presentarte una, tiene las manos más suaves que he conocido, créeme una noche con ella y sus caricias y el mundo parecerá algo muy, muy lejano.- El hombre hablaba mientras se duchaba.
-Este, teniente, no tendría que decir esas cosas...
-O vamos, Guillermo, no me digas que aún eres...- El hombre salía de la ducha secándose cuando se quedó paralizado. Delante de el había una mujer de unos veinte y tantos con enfado en la cara. -Hola mayor, no sabía que habían unificado los vestuarios para preservar el presupuesto.
-Idiota!, hace más de una hora que tendrías que estar en la cabina de tu Meborg, el coronel está que vuela.
-Bueno, dile que mi transmisor se rompió, por eso no me he presentado cuando llamaron.- Respondió el teniente mientras comenzaba a vestirse. -¿Podrías pasarme la camisa?
-Tal vez quieras aconsejarle al coronel que visite a manos de ceda para relajar su tensión y evitar que te eche con su bota marcada en tu trasero.- La mujer le arrojó la camisa a la cara mientras abandonaba el vestuario.
-Creo que esta vez si se enfadó.
-Yo creo que si teniente, pero será mejor que se apresure si no quiere que el coronel haga algo más que insultarlo o arrojarle camisas sobre la cara.
-Tienes razón Guille vamos ya estoy listo.
Ambos apresuraron el paso hasta correr, mientras recorría el trayecto que lo llevaría hasta los hangares de los Meborg, se cruzaron con muchos empleados, y todos hacían comentarios respecto a su tardanza y la cólera del coronel.
-Siento llegar tarde jefe.- Le dijo al jefe de mecánicos que lo ayudó a entrar en la cabina.
-No importa, por ésta vez puede que pases desapercibido, aparentemente algo muy malo ha sucedido.
-¿A si?
-Si muchacho, tan malo que el coronel ha permanecido en la sala de reunión desde que llegó el aviso hace una hora, creo que está reunido con el alto mando.
-Oh bueno, supongo que ya nos enteraremos, pero si hacemos algo más que simulaciones de batalla estaré agradecido.
-Ten cuidado con lo que pides, puede que no sea exactamente lo que piensas.- El jefe de mecánicos cerró la escotilla y dio la indicación para que insertaran la cabina en el Meborg.
-¿Que habrá querido decir con eso el jefe?... bueno ya lo sabremos.
-Bueno, al fin.- La comunicación con el resto de los Meborg estaba funcionando en un cien por cien, y sus compañeros aprovecharon para distraerse un poco.
-Era hora que decidieras acompañarnos, estamos estancado aquí desde hace una hora y ya comenzamos a cansarnos de los cuentos de Jaime.
-Oigan, si ustedes tienen un sentido del humor tan bajo no tienen porque hacerme...
-Ya basta ustedes.- La voz del control se escuchó clara en los comunicadores. -Teniente agradecemos que haya decido honrarnos con su presencia, pero recuerde que los comunicadores que les han sido entregados son para que puedan responder con rapidez ante una emergencia. Bien, escuchen todos estarán en estado de alerta por unas horas más.
-Bueno, me perderé el partido.- Dijo uno de los pilotos.

VI

El coronel salió de la sala de reuniones con el semblante muy fruncido, la preocupación afligía su alma. Se acercó hacia el comunicador y pidió hablar con todos.
-Señoras y señores, ha surgido una emergencia, aparentemente hubo un grave accidente en el Domo Y, las comunicaciones se han perdido totalmente con el Domo y con las bases de apoyo en torno al mismo, debido a que somos la unidad de Meborg más cercana debemos ir a investigar.
“Esto no es un simulacro, serán enviados a la zona del Domo para recopilar datos de lo que fuera que ocurriera, partirán en cuanto los transportes aéreos estén listos.
“Gracias por su atención y que los dioses los acompañen.
El coronel cortó la comunicación y se sentó en la silla que allí había, su vista parecía perdida.
-Tarde o temprano debía pasar.- Se susurró a sí mismo.
Los preparativos estuvieron listos en unos cuantos minutos, la gravedad en la voz del coronel no dejaron margen para nada más, la atmósfera se tornó densa y nadie hablaba más de lo que debía.
Los ciento veinte Meborg fueron apostados en los grandes transportes aéreos, para que minutos después se elevaran desafiando todas las leyes de la gravedad y se desplazaran con rumbo al Domo Y.
-Ya han despegado, llegarán en 36 minutos a máximo impulso señor.
-Bien, estaré en mis estancias, avísenme cuando estén por llegar.
-Si señor.- El coronel caminó hacia la compuerta y desapareció al cerrarse la misma.
-Parece enfermo.- Comentó la mujer.
-No creo que esté enfermo mayor, yo diría aterrado más bien.
-¿Está seguro de lo que dice teniente?
-No, pero no concibo la idea de que el coronel esté enfermo. Seguramente los sucesos en el Domo Y lo perturbaron demasiado, no olvide que el coronel es un sobreviviente.
-Lo había olvidado.
El tiempo transcurrió sin mayores distracciones.
-Coronel, están a dos minutos del objetivo.
-Gracias teniente voy en camino.
La compuerta se abrió y el coronel entró en la sala de control, había ciento cincuenta monitores para lecturas de signos vitales, pero solo ciento veinte estaban en funcionamiento, otros tantos mostraban los estatus de los Meborg y en la pantalla central se observaba la imagen de lo que mostraban las cámaras de los transportes aéreos.
-Por las estrellas, no puede verse nada.
-Acorde a las lecturas son grandes cantidades de partículas de polvo, se extienden en una región de quinientos kilómetros cuadrados?!- El joven que estaba leyendo las lecturas del satélite estaba más que sorprendido. -¿Como es posible que no tuviéramos lecturas de ese tipo durante las primeras lecturas?
-¡Tranquilícense todos! Que los transportes depositen a los Meborg a dos kilómetros de la nube de polvo, tendrán que entrar ellos solos, es muy probable que perdamos comunicación con ellos, ¿cuanta reserva de energía tienen?
-Como para unas cinco horas.
-Será suficiente, comuníqueme con el teniente Marino.
El joven hizo los ajustes necesarios para establecer la comunicación.
-Teniente.
-¿Si coronel?, ¿a que debo el honor de su charla?
-Déjese de estupideces y escuche con atención, deberá entrar en la nube de polvo con los Meborg y tratar de llegar lo más cerca posible del Domo para recaudar información y después regresará, tienen reservas de energía solo para cuatro horas, sugiero que la administren con cuidado.
-Si señor, cambio y fuera.
Los ciento veinte Meborg descendieron de sus transportes y comenzaron su marcha dentro de la nube de polvo. A medida que se internaban dentro de ella las comunicaciones se perdían y los monitores de control permanecieron en blanco.
-¿Que fue lo que causó semejante nube de polvo?- Preguntó la mayor.
-Esos son los efectos colaterales de una detonación de clase N.- Respondió el coronel.
-No puede estar hablando en serio.- Todos en la sala giraron su atención al coronel.
-Pues me temo que si, por eso enviamos a los Meborg, están preparados para resistir la radiación, aunque no es tan destructiva como la atómica o la nuclear. Ahora solo nos queda esperar a que regresen y esperemos que sea con buenas noticias.

VII

Las horas pasaban como eternidades y el presidente escuchaba horrorizado lo que el almirante le explicaba.
-Ahora entiende señor presidente el motivo de que bases como esas tengan armamento de clase N.
-Creo que si, ¿pero era eso necesario?
-Si lo que motivó al teniente Jimenez fue alguno de los códigos de emergencia seguro que tendremos algunos problemas.
-¿Cuando podremos saber lo que ocurrió con certeza?
-Un equipo fue enviado para analizar la situación tendríamos que estar recibiendo un informe en unos diez minutos.
-Bien, quiero que me comunique con el control de esa misión.
-Si señor.- El almirante ingresó una serie de códigos en la computadora y la comunicación con el control de la misión fue establecido. -Coronel, permítame presentarle al señor Presidente.
-Señor, es un honor.
-Gracias coronel, dígame, ¿que ha sabido hasta ahora?
-Solo que el área de radiación es extrañamente estable, es como si estuviera delimitando el terreno, sumamente extraño.
-¿Y del equipo?
-Hasta ahora nada.
-Coronel,- el almirante era el que hablaba ahora, -¿cuanto tiempo le queda al equipo?
-Un poco más de una hora y media dependiendo del gasto que hayan tenido. No creo que tengamos ningún tipo de... disculpe señor, tenemos las primeras lecturas. ¿Mayor?.
-Algo parece estar mal, señor, solo obtenemos las lecturas de quince Meborg.
-¿Está segura?
-Señor, observe los signos vitales de los pilotos, la señal es débil, pero nos da una idea de su estado... siete de ellos están graves, sus signos vitales están muy débiles, lo mismo que sus Meborg, los restantes muestras daños de toda clase.
-Que los transportes aéreos estén listos para emergencia médica.
-Si coronel.
-Por todos los dioses, que rayos les ha sucedido?
En la pantalla se observaba como lentamente aparecían los Meborg como fantasmas al principio, pero a medida que salían de la nube de polvo se los veía con claridad. Siete pares aparecieron primero, uno llevando al otro más dañado, y después apareció el teniente.
-Teniente, ¿que fue lo que pasó?- Preguntó el coronel por el comunicador.
-Es un maldito y asqueroso infierno ahí dentro,- se percibía miedo mezclada con bronca en la voz del piloto, -aparecieron de la nada y nos borraban como moscas, apenas pudimos salir.
-¿Y el resto de la compañía?
-Muertos, todos muertos.- El Meborg del teniente aún no había salido de la nube de polvo cuando algo llamó en el tablero del scanner, hizo girar su Meborg noventa grados y comenzó a disparar como un maniático, mientras continuaba retrocediendo, una vez fuera del polvo y tener claridad en torno suyo pudo calmarse, subió al transporte aéreo y regresaron a la base.
-Coronel, quiero un reporte completo de lo que sucedió ahí dentro.
-Si señor presidente.- Respondió el coronel.
-Y lo quiero lo antes posible.
-Si señor presidente, en cuanto los pilotos lleguen comenzaremos a interrogarlos.
-Así lo espero.- El presidente interrumpió la conexión y giró para quedar de frente con el almirante. -¿Que cree usted almirante?
-Creo, señor, que dependiendo del informe de los pilotos tal vez la situación pueda requerir medidas algo riesgosas.
-¿Algo riesgosas?, ¿no hay riesgo en detonar una bomba cuatro veces más poderosa que la nuclear?
-Tiene razón señor presidente, pero no me refiero a esa clase de riesgos, pero no es necesario que se preocupe por el momento.
-Con el debido respeto señor,- interrumpió el joven vestido de traje y peinado de última moda, -el almirante tiene razón, en cualquier momento la noticia de las detonaciones llegarán a los ciudadanos y debemos pensar que les diremos.
-Tienes razón señor Valverde, piense en algo por favor.
-Si señor presidente.- El joven salió de la habitación, el presidente se desplomó en el sillón y se tomó la cabeza con ambas manos.
-¿Cuanto tendremos que esperar hasta que llegue el informe del coronel?
-No lo se con certeza, señor, depende del estado de los pilotos, pero no creo que tengamos información muy clara, parecían muy heridos emocionalmente. Pero el coronel sabrá como manejarlo. Él al igual que yo es un veterano sobreviviente. Fuimos pocos los que quedamos en las fuerzas, pero estamos ubicados en puestos donde se toman decisiones que pueden resultar determinantes.
-¿Y cree acaso que las generaciones que les siguen no están capacitadas como para tomar esas decisiones?
-No me malinterprete señor presidente, pero estas generaciones se han vuelto muy impulsivas y juerguistas, nuestro temor es que fallen en el momento de tomar una desición determinante.
-Bueno, es cierto que los jóvenes de hoy en día se toman la vida más tranquilamente de lo que lo hacíamos nosotros a su edad, pero son tiempos distintos también, no hemos tenido conflictos armados desde hace treinta años.
-Eso es cierto señor presidente.
-Por favor, tome asiento almirante, ¿desea algo para beber?
-Algo refrescante estaría bien señor presidente.
El presidente se levantó y tomó un par de refrescos de la heladera que tenía en un coscado de la gran oficina, puso dos vasos y hielo en una bandeja y la depositó sobre el escritorio. Ambos bebieron en silencio mientras esperaban el informe del coronel.
Pasaron un par de horas antes de que llegara el informe de la operación, el joven Valverde entró en la oficina acompañado por otros oficiales de alto rango y entregó el informe al presidente, éste lo leyó y su semblante era una mezcla de sorpresa y horror.
-Lea esto y dígame que piensa.
El almirante leyó el informe y meneó la cabeza levemente.
-Esto es complicado. Muy complicado.
-¿Que sugiere usted que hagamos?- Preguntó el presidente.
-Sugiero que me acompañe señor presidente.
-¿A donde?
-Eso no puedo decirle señor, lo siento en verdad, pero es mejor que me acompañe, de esa manera usted podrá saber la verdad.
-Bien, vamos entonces.
Salieron del salón presidencial y caminaron por los corredores hasta llegar a un ascensor. descendieron hasta el cuarto subsuelo, donde estaba estacionado el transporte presidencial, pero el almirante le indicó que subiera a uno de los transportes militares.
-Es totalmente blindado, lo protegerá tanto de una explosión como de cualquier tipo de radiación, pero no podremos ver hacia afuera.
-¿Por que no podremos ver lo que sucede fuera del vehículo?
-Para mantener el protocolo, el lugar a donde iremos es sumamente secreto, tanto que muy pocos saben exactamente donde está, el piloto es uno de esos pocos, no hay manera de llegar sin que uno de nuestros pilotos autorizado le lleve.
-Bien, solo espero que valga la pena.
Entraron todos y se sentaron en los asientos, los cinturones de seguridad se accionaron automáticamente, estuvieron dentro del vehículo durante un par de horas, pero nadie dijo una sola palabra.

VIII

-Bienvenido Señor Presidente, es un honor.
-Gracias.- Respondió el presidente mientras bajaba, al hacerlo miró en redondo para ver donde estaba.
Era el interior de un hangar, muy grande por cierto, casi se perdía la vista, había muchas máquinas que estaban recibiendo atención.
-Estamos en estado de alerta, desde que supimos lo del Domo Y.
-¿Esto es uno de esos Domos?- Preguntó el presidente.
-No señor presidente,- respondió cortésmente el guardia, -está usted en lo que llamamos el Karma Central.
-¿Hay algún motivo en particular para que se llame de esa manera?
-No lo creo señor presidente.- Le dijo el almirante.
-Bueno, ahora que estoy aquí, ¿me dirán que es lo que sucede?
-Claro, por favor acompáñeme.
El guardia los guió hasta un elevador, por el cual descendieron unos cuantos niveles, después los condujo por unos pasillos hasta una sala de reuniones con muchas sillas en torno a una mesa. Había siete hombres esperando.
-Señor presidente es un honor conocerlo,- dijo el primero de ellos, -soy el encargado de los científicos del Karma Central, mi nombre es Alberto Scolertuvick. Ellos son los encargados de distintas áreas de...
-Está bien, no quiero resultar insultante, pero no necesito saber todos los nombres, solo quiero saber que es lo que sucede.
-Cierto, por favor tome asiento y le explicaremos.- Todos se sentaron mirando al científico que permanecía de pie. -Después del último conflicto, del que solo unos pocos millones pudieron sobrevivir, se comenzó la restauración de éste lugar, donde estamos desarrollando, entre otras cosas, armamento lo suficiente poderoso y estable como para poder destruir a nuestros enemigos sin destruir completamente todo como hace treinta años. Desde hace unos veinte años se comenzó la construcción de los Domos, donde se hace un trabajo parecido al nuestro, pero no con tanto poder en los corazones.
“Nuestras creaciones más avanzadas y lo que esperamos pudieran detener un futuro ataque de nuestros enemigos, los Meborg K, son mucho más avanzados que los usados actualmente por las fuerzas. Eso es lo que mayoritariamente se desarrolla en los Domos, actualmente hay entres cuatro y cinco Meborg K en cada Domo. Pero en el Domo Y y aquí se están desarrollando las unidades Gorgon M, tienen más libertad de movimiento que los Meborg y una reserva energética muchísimo más grande.
-Todo eso es muy interesante Doctor, pero ya me lo había explicado el Almirante, lo que no me pudo explicar es el motivo para que uno de nuestros Domos fuera bombardeado de manera tal que hundiera a una de las más grandes ciudades de la nueva era que tenemos en una asquerosa nube de polvo radiactivo.
-Bueno señor, la verdad es que no lo sabemos con certeza, ya que todas las comunicaciones se interrumpieron minutos antes del bombardeo, pero creemos tener una posible causa.- El científico pulso un interruptor y el la pared que tenía a su espada apareció un diagrama. -Esto es un Gorgon M, dos piernas, dos brazos, capaz de duplicar casi cualquier movimiento del ser humano, tiene veinte metros de altura, como pueden apreciar en éstos diagramas no es tan robusto como un Meborg normal, son más estilizados. Para su esqueleto interno se intentó copiar el esqueleto humano, como pueden ver aquí,- los gráficos se sucedían a medida que el científico explicaba, el presidente miraba atónito, -logrado casi con exactitud, pero el gran problema que teníamos era el de las reservas de energía, hasta que se decidió realizar un experimento altamente riesgoso, pero si resultaba el beneficio sería formidable.
Tomamos unos cuantos Barnages sobrevivientes de la guerra y comenzamos los experimentos, fallidos hasta llegar al treceavo Gorgon, éste demostró una adaptación única hasta entonces y logramos solucionar el problema de la energía.
-Disculpe, ¿podría explicarme exactamente que fue lo que hicieron con los Barnages?
-Claro, claro, después de estudiarlos durante el conflicto se descubrió que poseen habilidades que para los humanos solo podría existir en la imaginación, una de ellas era la de poder manipulear hasta cierto punto la energía de su cuerpo y en algunos contados casos la que los rodeaba. Después de muchos fallidos intentos por duplicar éste proceso se optó por utilizar a los mismos Barnages como fuente de energía, logramos convertirlos en el corazón de los Gorgon.
-¿Como?- El presidente se puso de pie. -¿Me está diciendo que esas cosas tienen una de esas criaturas dentro?
-Si, como aquí puede verlo, el Barnag está ligado por medio de cables y conexiones de alta tecnología al Gorgon, siendo como dije antes su corazón, pero en los primeros intentos fracasábamos, la energía duraba solo algunas horas.
-¿Cual era el problema?- Preguntó el presidente.
-Al perder energía en los movimientos no se regeneraban las celdas, el motivo estaba bastante claro, pero el paso a seguir era en verdad demasiado riesgoso.
-¿De veras?
-Si señor presidente, hasta el séptimo Gorgon usamos Barnages muertos, desde el octavo hasta ahora nos vimos forzados a utilizar Barnages vivos.
-¿Como?- el presidente nuevamente se puso de pie con una mueca de horror en su rostro. -¿Me quiere decir que tienen...
-Si señor presidente, tienen por corazón un Barnag vivo cada Gorgon, el octavo y el noveno tuvieron que ser destruidos porque entraron en conflicto de asimilación el anfitrión y el huésped, el décimo, onceavo y doceavo también fueron destruidos, pero no por problemas de asimilación, ésta fase fue completada con un ciento por ciento de efectividad, pero el problema que surgió fue que el huesped obtuvo voluntad para controlar a medias el Gorgon, por fortuna sin mayores perdidas, en el treceavo Gorgon pudimos doblegar la voluntad del huésped con un inhibidor implantado previamente en el Barnag, desde entonces hemos avanzado a pasos agigantados en el desarrollo de nuevos y más poderosos Gorgons.
-¿Cual es la conexión entre todo esto y lo sucedido en el Domo Y?
-En el Domo Y se estaban experimentando nuevos sistemas de asimilación para el huésped, lo que me temo es que algo saliera mal y el Gorgon haya actuado bajo el control del huésped.
-¿Pueden estar seguros al respecto?
-No señor presidente, pero sabemos que ciento veinte Meborgs intentaron llegar al Domo y solo quince lograron salir con vida. Si el huesped tomó control del Gorgon y logró conectarse a la computadora central, me temo que tiene el control del Domo y todos sus sistemas. Cada Domo posee además de las bases en torno suyo un complejo sistema de armamento preparado para aniquilar todo lo que logre salir del Domo si la situación no se controla por las fuerzas armadas. Pero si el huésped logró tener acceso a ese sistema tenemos un Domo oculto por una nube de polvo que no nos permite scanner con los satélites y además un sistema de armamento que lo haría prácticamente impenetrable.
“Es la única explicación que encontramos para explicar que todos los protocolos de seguridad fallaran hasta el punto de no saber nada.”
-¿Y que es lo que aconsejan ustedes que hagamos?- Preguntó el presidente.
-La opción de enviar Gorgons al Domo ya fue descartada, cuatro de ellos partieron del Domo más cercano en secreto y en cuanto llegaron a las proximidades del Domo Y perdimos el control de los huéspedes.
-¿Hay alguna otra opción que no sea enviar más Gorgons?
-Bueno señor presidente hay una opción, pero es altamente riesgosa.
-¿Cuál es esa opción Almirante?
El almirante y el científico se miraron mutuamente y al resto del alto mando.
-Almirante, con el debido respeto, pero no creo que sea una buena idea liberarlo.- Le dijo un general.
-No hay mucho de donde elegir.
-¿Podría alguien explicarme de que rayos están hablando?
-Señor presidente sus preguntas encontrarán respuestas, pero no aquí, por favor, sígame.- El científico le indicó que saliera de la habitación, en el corredor se encontraron con una escolta armada, caminaron por el corredor hasta un elevador de un tamaño considerable, entraron todos, el presidente, el científico, los siete miembros del alto mando y la escolta de seis hombres, aún sobraba espacio, por lo que no estuvieron tan incómodos. -Desde el incidente se ha declarado alerta máxima en todos los Domos, por eso no podremos ir a ningún lado sin escolta. Espero que no le moleste.
-No, no me molesta.- Dijo el presidente.
El elevador se detuvo y todos salieron ordenadamente al corredor, caminaron hasta llegar a una puerta blindada, uno de los guardias saludó al científico sin prestarle la menor atención al presidente o al resto de los altos rangos que lo acompañaban. El científico introdujo una tarjeta al igual que el guardia, ambos introdujeron un código y la compuerta se abrió, el guardia indicó que podían pasar, al hacerlo una luz parpadeó.
-Lo siento señores, pero deberán dejar sus armas aquí.
-¿Como soldado?- Dijo un general, queriendo hacer valer su rango.
-Lo siento, pero son las reglas, solo personal autorizado puede entrar armado a ésta sección. El presidente, el almirante y los generales que lo acompañan no están autorizados para portar armas en ésta sección, si rehúsan nos veremos obligados a escoltarlos a la salida.
La escolta que los siguiera estaba parada fuera de la sección, por lo que parecía que no tenían acceso.
-Por favor señores, comprendan, el protocolo de seguridad en el Karma Central es muy estricto, sugiero que hagan como el guardia dice.
-Almirante, dígale a sus hombres que entreguen sus armas.
-Si señor presidente, ya lo escucharon, entréguenlas.
De muy mala gana entregaron sus armas y continuaron con otra guardia armada, pero a diferencia de la primera, éstos soldados no tenían insignia alguna, solo cuatro botones plateados en el cuello del uniforme todo negro. Caminaron unos cuantos metros hasta que llegaron a una rampa mecánica, montaron en ella y siguieron el camino, estuvieron parados sobre esa rampa durante unos cuantos minutos, bajaron un par de niveles también, la rampa continuaba su camino transformándose en escalera al descender, cada tanto las barandas se interrumpían para dar lugar a una salida.
-Bajaremos en la siguiente.- Dijo el científico. Al llegar a la salida la rampa detuvo su movimiento lentamente para permitir que los pasajeros pudieran descender. -Por aquí, por favor.- Continuaron caminando durante un par de minutos, hasta que llegaron a una gran compuerta, donde encontraron más guardias. Esta vez fueron nueve las tarjetas y tres veces más los códigos de autorización, luego la compuerta se abrió, para dejar paso a otra, donde la ceremonia de las tarjetas y los códigos se repitieron, tuvieron que cruzar cinco puertas más antes de llegar a la última, ésta tenía la particularidad de ser redonda, al ingresar las tarjetas, todas las puertas que cruzaran antes se cerraron.
-Tranquilos,- les dijo el científico al presidente y a los del alto mando, -es parte del protocolo de seguridad.- La compuerta se abrió girando hacia un constado, la comitiva cruzó el umbral y la compuerta se cerró nuevamente, el lugar era muy grande abovedado y en el centro un gran cilindro de metal y concreto, con una ventana blindada en un costado, los hombres que conformaban la escolta se unieron al resto de soldados que había en los balcones que rodeaban la pared.
-¿Que tienen guardado en ésta habitación que requiera tantos hombres y armas tan poderosas?- Preguntó el presidente.
-Observe señor presidente.- El científico los condujo hasta una consola semicircular delante del cilindro. Por el cristal se podía ver una forma humanoide, sujeta a las paredes por piernas y brazos, sus pies y manos estaban ocultas dentro de las amarras, otra amarra le sujetaba la cintura y una mascarilla ajustada a su cara.
-¿Quién es?- Preguntó el presidente.
-Ese es Narog señor.- Le respondió el almirante.
-¿Y que planean hacer con él?
-Señor presidente,- el almirante hablaba sin dar cabida a los demás, -durante el gran conflicto con los Barnag, nos vimos forzados a retirarnos en reiteradas ocasiones, hasta que pudimos desarrollar un armamento lo suficientemente poderoso. Mientras perdíamos terreno nuestros científicos intentaban desesperadamente encontrar una manera de darle mayor poder a nuestras tropas.
-Es cierto señor,- el científico era quién hablaba ahora, -para esa época ya hacía rato que se conocía la existencia de los Barnag, muchos intentos de unir el poder de los Barnag a los humanos fueron fallidos, numerosas vidas se perdieron durante éstos experimentos, pero cuando se logró el objetivo, nos encontramos con cincuenta especimenes híbridos que tenían un poderío inimaginable. Se los envió al combate y pronto demostraron su gran capacidad, hicieron retroceder al enemigo y finalmente derrotarlo. El único inconveniente que se encontró en éstos híbridos fueron sus emociones, eso los hacía casi incontrolables, entonces se les implantó un inhibidor, gracias al cual pudieron controlarlos.
-¿Y que tiene que ver éste Narog?
-Él es el último que queda de ese pelotón, señor.- Le respondió el almirante. -El resto de ellos desaparecieron hace veinticuatro años.
-¿Que quiere decir con eso?- Preguntó el presidente.
-Que se desconoce el paradero de ellos, pero el rumor dice que él los asesinó.
-¿Por que hizo eso?
-No lo sabemos señor, pero hoy por hoy, le diría que es nuestra mejor opción para controlar la situación en el Domo Y.
-¿Como puede eso ser nuestra mejor opción?
-Bueno señor presidente, ya que él es el último que queda, no creo que tengamos muchas chances de donde elegir.- Dijo el almirante.
-Señor con todo respeto, creo que es una idea demasiado peligrosa.
-Eso lo se coronel, ¿se le ocurre alguna otra idea?
-No señor.
-Bien, ya que fueron ustedes los que lo crearon, según me han dicho, ¿como lograremos que coopere con nosotros?
-Señor presidente, en eso debemos confiar en usted.- Le dijo el almirante.
-¿Como?
-Señor presidente, no escuchará a ninguno de nosotros, pero a usted...- el científico se detuvo al ver al presidente acercarse a la ventana y observar detenidamente el interior.
-Apenas puede distinguirse algo.
-Es debido a la composición del líquido señor presidente.
-¿Y como se supone que debo convencerlo?
-La verdad señor presidente es que nosotros no sabemos que es lo que quiere.- Dijo el almirante.
El presidente observaba pensativo la forma fantasmal que se encontraba dentro del contenedor. Permaneció de pie durante unos cuantos minutos hasta que tomó la decisión.
-De acuerdo señores, ¿como lo hacemos?
-¿Señor presidente?- Preguntó el científico.
-¿Como haremos para poder hablar con él?
-Oh, claro, claro.- El científico pulsó una serie de códigos en la terminal. Una serie de luces rojas se encendieron, los soldados que estaban dentro de la estancia se ubicaron en las pasarelas que había en la pared delante de la ventana, apuntando sus armas hacia la misma.
-Señor presidente, por favor permanezca detrás de la consola.- Le dijo uno de los guardias antes de correr a ocupar su puesto.
El líquido del contenedor comenzó a vaciarse lentamente, hasta revelar la mitad superior del cuerpo del ocupante, los largos cabellos oscuros colgaban goteando, un torso y brazos flacos, pero fibrosos quedaron al descubierto.
-Bien, ahora esperaremos a que despierte.- Dijo el científico.
-¿Cuanto tiempo para que eso suceda?- Preguntó el presidente.
-Unos minutos, lleva mucho tiempo en extásis.- Al cabo de unos segundos la cabeza se movió, y una luz titiló en el panel de control, ante la sorpresa de los científicos. Los ojos pardos del ocupante se abrieron y contemplaron lo que lo rodeaba. Al mirar sus brazos y como estaban amarrados y que no tenía movilidad de la cintura para abajo, contempló al grupo de personas que estaban detrás de la consola con ojos sombríos.
-Remuévele la mascarilla.- Le dijo el científico al hombre que controlaba los comandos de la consola.
La mascarilla se soltó y se elevó, el rostro era como el de un muchacho, tenía la barba crecida por el tiempo que llevaba dentro de la cámara.
-¿Y ahora?- Preguntó el presidente.
-Solo queda corroborar que los efectos de la prolongada hibernación no sean muy largos.- Respondió el científico.
-Bueno, bueno,- para sorpresa de los presentes el muchacho hablaba con claridad, -feliz encuentro para muchos de ustedes y feliz reencuentro para otros. A envejecido bastante doctor desde la última vez que nos vimos.
-Pues, pues si Narog ha pasado tiempo.- Balbuceaba el científico.
-Bien doc, supongo que no me habrá despertado para contemplarme con la boca abierta, ¿que es lo que quiere?
-Narog, le presento al presidente.- El científico extendió el brazo para señalar al presidente.
El presidente se adelantó deteniendo al resto de los presentes.
-Se nos ha presentado una situación de alto riesgo. Hemos perdido contacto con uno de nuestros Domos. Por lo que me dicen los expertos tienes las habilidades que necesitamos para saber que fue lo que sucedió, y esperamos, poder controlar la situación.
La cabeza de Narog se movía lentamente de un lado hacia otro sin pronunciar palabra.
-¿Acaso me está escuchando?- Le preguntó en un susurro el presidente al científico.
-Claro que tuvieron un problema en uno de sus Domos, siempre es la misma historia con ustedes los humanos... quieren controlar algo que es incontrolable.
El científico se adelantó y le preguntó con tono perentorio, -¿Sabes acaso lo que sucedió?
-¿Como quiere que lo sepa?- la respuesta del muchacho fue con un tono irónico, -llevo mucho tiempo encerrado en este cilindro, ¿como quiere que sepa lo que sucede en el exterior?
-¿Podemos contar con que nos ayude?- Preguntó el presidente.
-Por supuesto que no, no me creerá lo suficientemente estúpido como para creer que éstos señores aquí presenten necesiten mi ayuda y cumplan con su parte del trato original.
El presidente miraba consternado a los otros, no entendía lo que decía el muchacho.
-Tal vez no les creas a ellos, pero a mi si.- Una figura avanzó hasta quedar delante del cilindro, era una figura anciana y doblada por el peso de innumerables inviernos. -En verdad necesitamos de tus habilidades muchacho.
Ambas miradas se cruzaron y permanecieron callados e inmóviles como si fueran dos estatuas de piedra. Unos segundos después, que parecieron horas, el muchacho habló nuevamente en un susurro pensativo.
-Ya veo, eso si que es un verdadero problema, bueno aceptaré ayudarlos.
-Perfecto,- Dijo el científico, -sáquenlo de allí, pero que los guardias permanezcan en alerta máxima. Caballeros si me acompañan por favor.
El comité salió del recinto y fue conducido a una habitación cómoda y confortable, donde pudieron beber algo y comer algún bocadillo.
-¿En verdad cree que él podrá ayudarnos?- Preguntó el presidente.
-La verdad no creo que pueda acabar con la amenaza, pero por lo menos podrá ayudarnos a ingresar una mina clase N para que sea detonada en el corazón del Domo.
-¿En verdad piensas hacer eso?- El anciano lo señaló con el bastón, -¿en verdad piensas que podrás engañarlo para que lleve una mina clase N sin que se de cuenta?
-¿Porque no? Ya antes lo engañé.
-Lo subestimas demasiado muchacho, y eso será tu perdición.
Una comincación desde la linea privada llegó a la habitación, el científico la tomó.
-Por supuesto.- Colgó el tubo. -Ya terminaron de prepararlo, lo están cargando en el transporte en éste instante.
-Será mejor que nosotros también nos retiremos.
-Claro.- Dijo el presidente mientras se ponía el saco y salia de la habitación.
Fueron conducidos al mismo transporte que los llevara a la base y otra vez encontraron la posibilidad de mirar el exterior como algo imposible. Sentado junto a ellos estaba Narog, estaba vestido con ropa negra y un abrigo largo también negro, llevaba cadenas en torno a sus muñecas y tobillos, y rodeado por guardias que no dejaban de apuntarlo. La cabeza gacha y los ojos cerrados, parecía como si estuviera durmiendo.
Ninguno de los hombres que estaba sentados le quitaba los ojos de encima.
-¿Acaso es seguro llevarlo aquí con nosotros?- Le susurró el presidente al almirante.
-Tranquilo, esas cadenas que tiene son muy resistentes, le impediran cualquier movimiento que quiera realizar.
-Igualmente si quisiera escapar no lo haría ahora.- El muchacho habló pausado y tranquilo.
-¿Como?- Se sobresaltó el presidente.
-Los efectos de la larga hibernación aún no pasan, además espero que me den una buena comida cuando lleguemos a la base.

IX

-Señor, están llegando.
-Gracias Mayor, ¿ya han preparado todo?
-Si Señor. Aunque me resulta extraño que hayan solicitado una parrillada para la llegada.
-¿Le parece Mayor?
-Si Capitán, no se quién puede comer una cosa así en estos tiempos.
-Yo creo tener una idea Mayor.
El transporte aéreo aterrizó y al abrirce la compuerta bajaron el presidente, los oficiales, científicos y una fuerte guardia armada, en el centro de esa guardia un muchacho caminaba tranquilamente, como si no le importara que le estuvieran apuntando con armamento desintegrante sin seguro.
-Parece que acerté en mi pensamiento.- Dijo el Capitan al mayor mientras se adelantaban para recibir a la comitiva. -Señor Presidente es un honor, todo fue arreglado como lo solicitó.
-Bien, vallamos entonces.
La escolta de honor guió al presidente al interior del hangar, el capitan y el mayor se quedaron hata que pasaran los oficiales de mas alto rango, pero para sorpresa del mayor el capitan detuvo a los guardias. Se adelanto hasta quedar cara a cara con el muchacho.
-Entonces era cierto, solo tu puedes pedir una parrillada y mate en ésta era.
-¿Porque lo dices? ¿Que es lo que comen en esta era?
-Carbohidratos y vitaminas, los jovenes no saben lo que es ingerir alimentos.
-¿En verdad hacen eso? Es realmente asquerozo.
-Solo hasta que te acostumbras.
-Veo que algúnos si logran acostumbrarce.
-Y como siempre tu nunca podras hacerlo.
-Tal vez son todos ustedes los que no pueden adaptarce a mi.
-Eso también es probable, ¿pero como seria el mundo según Narog?
-Algo realmente caótico seguramente. Pero dudo que tu pobre e insignificante cerbero logre comprender una milésima parte de lo que digo.
Las miradas de ambos se cruzaron durante unos largos segundos, durante los cuales la tensión en torno se elevó de manera considerable.
-Es bueno verte devuelta Narog.
-Lo mismo digo ¿Capitan?
-Si, alguien cometió un error en algún lado y me nombraron capitan.
Sus manos se estrecharon seguido de un fuerte abrazo.
-Disculpe señor, pero tenemos un horario que mantener.- Dijo uno de los guardias.
-Por supuesto.- Los guardias siguieron caminando con Narog en el centro.
-¿Lo conoce Capitán?
-Si mayor hace mucho tiempo lo conocí, salvo mi vida.
-Disculpe señor, pero no parece tener más de veinte y tantos.
-Es cierto, pero no dejes que su aparencia te engañe.
-¿Acaso es tan peligroso como para tener una guardia tan numerosa?
-Como dije antes, no dejes que su apariencia te engañe. Pero vamos hace mucho tiempo que no comparto una mesa con él, y pretendo hacerlo.
En el hangar había una mesa en el centro, con una silla, Narog estaba sentado y se preparaba para comer. Al capitán le permitieron acompañarlo durante su almuerzo, el Mayor pudo ver que el viejo capitan tenia un sentido del humor extraño. Una hora después estaban a bordo de un transporte aéreo que los conducía hacia el campamento base levantado cerca del Domo Y. En el viaje le entregaron el equipo, el que consistía solo de un traje especial, parecido a una armadura, de un material liviano y resistente.
-¿Que rayos es esto?
-Es lo último en armadura de asalto, Narog, recuerdo que no usabas ese tipo de vestimentas, pero para entrar en el Domo lo necesitarás.
-¿Que tan mal está la cosa?
-Hasta donde se, lanzaron un bombardeo completo de clase N.
-¿Clase N?, ¿las mismas cargas clase N que yo conozco?- Mantenía un tono de voz inmutable. -Hay cosas que nunca cambian.
-No creo que tengas inconvenientes para moverte dentro del campo de radiación. Tienes que llegar hasta el Domo sin muchas vueltas, creemos que no lograron salir de las instalaciones, pero no te confíes.
-¿Las clase N siguen siendo tan lentas como hace tiempo?
-En cierta forma lo son, pero a diferencia de los prototipos que tu conociste, éstas crean un perímetro en torno al lugar de impacto.
-Antes también lo hacían.
-Si, pero éstas lo hacen en forma de esfera, incluso dentro de la tierra.
-Para atrapar también los refugios, algúnas cosas nunca cambian.
-Por cierto, pensé que querrías ésto.
El Mayor observó como el Capitan le entregaba un maletin a Narog, era bastante largo, casi de dos metros. Lo abrió y dentro encontró cuatro espadas, una larga otra mediana y dos cortas. Cuatro cuchillos de manufactura pre conflicto y dos pistolas automáticas, negras con vivos dorados y platedos.
-Caramba, ¿donde conseguiste estas cosas?
-Del museo de historia.
-¿Como?
-Esas armas son un patrimonio nacional histórico, no puede darcelas a éste criminal.
-Tranquilo Coronel, solo le estoy devolviendo lo que le pertenece.- Volteó y le dijo a Narog, -será mejor que te prepares, llegaremos en cinco minutos.
-Ha despertado.- Narog susurró, pero fue escuchado, su mirada estaba perdida, con ambas manos tomaba la funda de la espada larga. -Pensaron que podrían controlarlos, pero han despertado.
-¿Te encuentras bien?
-Si capitan, no es nada.

X

-¿Algún cambio en el objetivo?
-No señor, al parecer nada ha salido del perímetro. Nos avisan que el tranporte esta por llegar, Señor.
-¿En cuanto tiempo?
-En dos minutos.- El teniente observo por un momento el rostro de preocupación de su superior. -Señor, ¿Cree que podrán hacer algo contra lo que sea que haya dentro del perímetro?
-Espero que si, sino pagaremos muy caro nuestra propia superioridad.
El transporte se detuvo dentro de los límites marcados en el piso, la compuerta se habrió y descendieron sus pasajergos.
-Señor, es un privilegio tenerlo aquí.
-Gracias Coronel, pero dejemos las formalidades de lado, quiero que todo esté listo dentro de diez minutos.
-Si señor.
Durante esos diez minutos el campamento se convirtió en un verdadero hormiguero a punto de explotar, el trabajo era insesante y los preparativos se hacían lo mas rapido posible.
-¿Bien?
-La maquínaria está lista.- Le dijo el Coronel al Almirante.
-¿Los pilotos?
-Están todos enterados de la misión.
-¿Como ha reaccionado el teniente al respecto?
-Aparentemente lo ha tomado con calma.
-Bien, ¿cuando saldrán?
-En cuarenta segundos.
Los Meborg se movilizaron velozmente hasta llegar al límite de la nube, donde se detuvieron como temerosos de lo que pudieran encontrar del otro lado.Narog estaba sentado en el hombro del Meborg del teniente.
-¿Que sucede teniente? ¿Acaso sus tropas le temen a un poco de polvo levitando?
-Será mejor que te calles basura genética o te aplastaré antes de que esas cosas lo hagan.
-Me gustaria verte intentarlo.
-¡Teniente! ¡Narog! Callence, podran pelear todo lo que quieran después de que finalicen con éxito la mision, ¿Está claro?
-Si Capitan.
-Como digas. Nos veremos en un rato.
Los Meborg entraron a la nube de polvo y se perdieron las lecturas.
-¿Me perdí de algo o realmente va a entrar alli solo con unas armas blancas y dos pistolas automáticas?
-Si Mayor, pero no se fie, esas armas en esas manos son realmente tan terribles como un arsenal clase N y las municiones de esas dos pistolas automáticas son tan poderosas que podrían atravesar la armadura de la cabina de un Meborg sin problema.
-¿Por que motivo no se construlleron más de esas armas?
-Porque nadie podía empuñarlas. Excepto ellos, claro.- La tension dentro del puesto de mando fue en aumento a medida que pasaban los minutos. El beeper que tenía colgado del cinturon vibró indicando un mensaje. El Capitan lo leyó y quedó pensativo, sabiendo que nada podía hacer para evitar la acción de su amigo.
-Disculpe Señor.- El cadete hablaba tímidamente después de golpear la puerta.
-Si cadete ¿que necesita?
-Dejaron este paquete para usted, con estrictas indicaciones de que le fuera entregado a esta hora.
-Gracias cadete, puede retirarce.- El Almirante abrió el paquete y se encontró con una terrible sorpresa.
-¿Que fue esa explosión?
-Provino de los cuarteles del almirantazgo.- El capitan corrió fuera del centro de mando y encontró que en lugar del trailer había una media esfera de polvo, el diametro era exacto el del trailer. -¿Quién estaba dentro?
-El Almirante con el resto del alto mando.
-Señor, debemos establecer un perímetro de defensa, es probable que hallan salido sin que los detectaramos.
-Tranquilo Mayor, comuníqueme con la capital, estará a cargo hasta que vuelva.
-Pero señor, no sabemos si atacarán denuevo.
-No lo harán.

XI

-¿Como pretende luchar contra esas cosas solo llevando armamento de mano?
-Yo que el teniente no hubiera aceptado llevarlo sobre el hombro de mi Meborg.
-Ya callense y presten atención a lo que nos rodea, no quiero caer en ninguna trampa.
-Rapido Teniente, doble a la derecha en la siguiente esquina.- Le dijo Narog.
-¿Como?
-Solo hágalo.
Los nueve Meborgs doblaron en la esquina y se ocultaron. Desde donde estaban vieron pasar un grupo de cosas muy extrañas, parecían personas, pero no lo eran.
-¿Que rayos son esas cosas?
-Esos son los hijos del Angel. Humanos infectados por el Barnag. Producto de la imprudencia humana. Podemos seguir por ese lado.
-¿Como haremos para detenerlos?
-De eso me encargaré yo.- Siguieron avanzando guiados por Narog hasta que llegaron al límite de la ciudad. -Hasta aquí ha llegado con su gente teniente.
-¿Como?- El teniente tanteó el interruptor del detonador que le dieron.
-No será necesario que detone la carga clase N que introdujeron en mi traje, teniente, ya que no la tengo conmigo, se la devolví al Almirante.- El teniente miró a su pasajero y lo último que vió fue a Narog, sin la armadura, sus largos cabellos y el abrigo largo flameaban por el viento, dándole un aspecto mistico y terrible, empuñaba las dos armas de fuego y ambas apuntaban a la cabina del Meborg.
-Teniente, ¿Que esta haciendo ese desgraciado?
-Lo siento muchachos, pero ya no necesito de sus servicios.
Narog caminaba observando los distintos aparatos que había tirados buscando algo que le sirviera, encontró una moto, no era como las de su tiempo, esta era mucho más estilizada y casi parecía un proyectil con dos ruedas mas que una moto. Revisó que no hubiera recibido daños graves y la encendió. Asceleró y se lanzó por el camino que lo llevaba hasta el Domo, dejando detrás suyo nueve Meborgs convertidos en chatarra, y sus pilotos solo serían buenos para alimentar a los buitres.
-¿Cuanto tiempo ya?- Preguntó el Capitan mientras le daba una pitada al cigarrillo.
-Ya casi tres horas.- Respondió el Mayor.
-Bueno, ya tendría que estar dentro. Pronto veremos como termina esto.
-Señor, detecto variaciones en las lecturas de la nube.
-Dejeme verlas.- El Capitan observó detenidamente los datos de la pantalla y dijo, -Ha comenzado.
-¿Que ha comenzado?- Preguntó el Mayor.
El Capitan con tristeza en sus ojos y una sonrisa en sus labios le respondió mientras se sentaba. -La derrota final.

viernes, 11 de enero de 2008

Pensamiento revoloteados

AÑO NUEVO VIDA NUEVA

Eso por lo menos el dicho dice, jajajaj
Cierto o no será dependiendo de cada uno, para mi la vida cambio mucho a mediados del año pasado, pero este nuevo año me dio una experiencia nueva, que hasta adora probar nunca pude, estar abrazado a quien amo con todo mi ser... eso es algo que hasta este 2008 nunca antes pude hacer.
Experiencia realmente placentera y agradable.

¿Hasta donde piensas llevar ese sentimiento?
Hasta que el universo su forma cambie y nada mas que el olvido absoluto quede

Celos, miedos.. o si, eso si que feito es, pero parte de la vida son, miedo puedes controlarlo, celos.... un poco mas difícil es, pero muchas veces son provocados por ambas dos partes y fácilmente evitables, no cortando toda relación con el entorno, o no eso si que no, pero siendo mas observador con quien confianza tomas.

-Ya no saludas mas, ¿porque?
-Es que no da si estas con tu novia
-Si venís a saludar amistosamente, no problem, pero si planeas otras cosas entonces si olvídalo.

Fracción de una conversación con una compañera del trabajo, respuestas como esa he dado siempre, no por ser sádico o creído como me han dicho, sino para mantener las cosas claras y que no se confunda nadie, claro que esas cosas rara vez las saben las parejas, pero bueno, hay quienes comprenden y quienes no.
Celo si, pero no obsesivo, sino por ver y tener esa puta habilidad para detectar pajeros forros idiotas obtenida dps de varios años de trabajo en cybers. Entonces es lógico que uno se enoje al ver a quien quieres cerca de un personaje como esos, claro que si no ocultaran cosas seria mas fácil no celar.

Confundir las cosas y las actitudes, eso es algo mas que común, lo que mucho me pasa, culpa de mi forma de ser, heredada de mis padres, confunden un pedido de “avisame cuando llegues para saber que estas bien” con control, con mis padres es una costumbre que tenemos, por mas adultos y grandes de edad que seamos, mandar un mensaje con un celular diciendo, estoy bien, llegue bien, nada cuesta y tranquilos nos quedamos sabiendo que quienes amamos están bien.

En fin.. un par de cosas que suceden en el día a día de una relación, cosas que creo suceden en muchas otras relaciones no solo de parejas, con las amistades también suelen sucederse cosas como esas. Lo importante es poder hablarlas y que no se conviertan en un muro de concreto impenetrable.