Lágrimas corren por mis mejillas,
las que se funden con las suyas,
las mías son de angustia,
las de ella son de alegría.
Camino mientras escucho música,
pura, pacífica y casi mágica,
mientras mis cabellos acaricias,
caricias que pacifican.
Casi había olvidado lo simple de la vida,
casi había olvidado todo por la angustia,
que delicada y vigorosa es tu caricia,
necesitaba volver a caminar bajo la lluvia.
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