domingo, 10 de diciembre de 2023

Subte

  El paraguas apenas ofrece cobertura cuando la lluvia se combina con el viento, encima tengo el tiempo medio justo para llegar a la reunión, casi en la esquina está la boca del subte. Los días de lluvia el subte suele ser muy húmedo, pero es mas rápido que el colectivo para llegar al microcentro.

Después de bajar las escaleras, sacudir y cerrar el paraguas toca pasar la sube por el lector y cruzar el molinete, al igual que el resto de la gente que buscaba llegar al andén, mientras bajo la escalera me llega un mensaje de mis compañeros laborales, todos estábamos llendo a la misma reunión, parecían algo nerviosos, sigo bajando las escaleras mientras leo y respondo los mensajes, sin prestar mucha atención al entorno, una ventaja de hacer siempre el mismo recorrido, se conoce de memoria. Llego al andén y camino mientras sigo absorto en el celular, realmente se pusieron densos con los mensajes, pero cada uno sabe lo que tiene que hacer y decir, creo que es normal para gente que participa de éstas reuniones por primera vez.

Está un poco caluroso el andén, me saco el impermeable mientras sigo caminando mirando la pantalla del teléfono, realmente hace calor en el andén. Saco la vista del celular para ver si estaba a la altura que quería y quedé paralizado.

Estaba en una pasarela de piedra lisa y brillante, las paredes eran también de pierda lisa, de un toco crema, la pasarela parecía seguir eternamente, no distinguía señales de iluminación artificial, sin embargo estaba todo perfectamente iluminado, el aire era caluroso, pero seco, giré en redondo, pero no vi a nadie mas, quedé inmóvil por un tiempo sin saber que era lo que estaba pasando, llamé al grito de "hola", pero ni eco había.

Los nervios estaban empezando a ganarme, miro la pantalla del teléfono, con la esperanza de que hubiera señal, parecía todo normal, seguían entrando mensajes, saco la vista de la pantalla y me encuentro otra vez en el andén del subte, perplejo miro entorno mio esperando que la gente me estuviera observando de manera extraña, pero la gente actuaba de manera normal, antes de que pudiera hacer algo más llegó el tren y la marea de la gente me llevó dentro del vagón rumbo a la cotinadeidad.

domingo, 3 de diciembre de 2023

Paseo por el parque Pereyra

         Era una hermosa mañana primaveral de Noviembre, salí temprano de casa, fui hasta la estación de Constitución y abordé el tren hasta la estación Pereyra. Aún se percibía esa delicada humedad matinal y el aroma de la naturaleza tupida del parque. Ceteo la compu de la bici en cero y arranco con la pedaleada, incontables veces he circulado por los distintos caminos del parque, haciendo distintas combinaciones entre los senderos, con saltos, sin saltos, algunos con la vegetación más cerrada que otros.

Un poco más de dos horas de estar pedaleando me detuve a refrescarme un poco junto a una antigua válvula de uno de los arroyitos escondidos entre la vegetación. De pronto la luz natural se fue apagando, "parece que se está nublando feo" pensé, pero el pronóstico del tiempo había dicho cielo despejado todo el día, igual son más las veces que le erran, así que no le di mucha importancia, pero unos segundos después el bosque se fue oscureciendo cada vez más, "debe ser una gran tormenta", pero unos segundos después la oscuridad se volvió absoluta, no podía ver nada de nada, tanteando con mis manos llegué al manubrio de mi bici y encendí una de las linternas.

La luz me dio algo de tranquilidad, pero una sensación de aprensión me invadió, me quedé quieto y me di cuenta que no se escuchaba nada, ni el sonido del agua que circulaba unos metros a mi derecha. "Mejor vuelvo a la estación del tren." Comencé a pedalear confiando en mi memoria de tanto tiempo circulando por los caminos del parque, llegué hasta el árbol de cristal, donde tuve mi primer sobresalto, desde donde había arrancado, no podría haber llegado al árbol de cristal, tomé una buena bocanada de aire para relajarme y emprendí el regreso, seguí el camino de siempre, a la izquierda en la entrada de la escuela de policía, sortear la tranquera sin caer al río y de ahí derecho hasta.... algo no estaba bien, hice un paneo con la linterna para ver un poco el entorno, para mi horror me encontraba en la cantera, pero nunca doblé a la derecha ni recorrí la bajada.

Me llevó unos minutos calmarme, pero logré recobrar un poco el control y decidí hacer el camino de regreso a la estación, esta vez si estaba la pendiente, la que subí casi sin esfuerzo y encontré el camino principal, los restos de asfalto eran casi reconfortantes. Seguí avanzando en línea recta, sin desviarme, llegué para mi alivio a la tranquera de entrada al parque. Al cruzar por el costado de la tranquera fue como si se levantara el telón de un teatro, la luz del sol casi me cegó, los sonidos invadieron mis oídos, pero mi cerebro tardó en procesar la escena, policía, bomberos, equipos de rescate, periodistas y curiosos me miraban con asombro y perplejidad dibujado en sus rostros.

Yo me quedé inmóvil sin saber que hacer, uno de los oficiales de policía acompañado por un bombero y una médica se acercaron y me hicieron una serie de preguntas.

"No entiendo" les dije, "vine en el tren ésta mañana y estuve un par de horas pedaleando, pero se nubló feo y me perdí un poco, pero pude volver." mirando la magnitud del operativo pregunté "¿que está pasando"

EL bombero me dijo con tono calmo. "Hubo denuncias de múltiples desapariciones, llevamos tres días peinando el parque, pero usted es el primero que aparece de la nada."

"¿Tres días?" pregunté sorprendido, "no puede ser, habré estado como mucho tres horas pedaleando, mis piernas no las tengo ni cansadas"

"¿Puede decirnos que le sucedió?" Me preguntó el bombero.

"Paré a descansar junto a una de las válvulas del arroyo y de pronto se nubló todo, casi no se veía nada, usé las luces de mi bici para volver, pero ¿tres días? imposible, fíjense en la computadora de la bici, la puse en cero antes de salir." agarré el manubrio y un pánico increíble invadió mi cuerpo, el reloj marcaba 74:27 horas de recorrido.

martes, 21 de noviembre de 2023

Una esfera en el espacio.

   Todos los sistemas marcaban luz verde, la burbuja estaba orbitando el gigante gaseoso esperando que la tripulación le diera la orden de ingresar a la atmósfera.

  -Todo está en orden para comenzar el descenso.- El piloto volteó hacia el comandante de la misión.

  -¿Están seguros que aguantará?- El comandante preguntó a los civiles de la tripulación, un grupo de nacionalidades mezcladas.

  -Claro que sí, usted estuvo cuando descendimos a la fosa Mariana, serán presiones similares, y los vientos no serán ningún problema tampoco. - Respondió uno de los civiles.

  -Bien, hagamos historia.- El comandante se volvió hacia el piloto. - Comiencen el descenso.

  La burbuja de energía ingresó a la atmósfera de Júpiter, los integrantes de la expedición contemplaron maravillados el espectáculo.

  -Increíble que ni la presión ni los vientos nos afecten el descenso.- Comentó el piloto. -Parece brujería.

  -No, no lo es. - Dijo uno de los civiles. - Es ciencia, logramos generar una burbuja de energía intermitente que parece constante, así nos mantiene a salvo del exterior, ya sean las profundidades del océano o el vacío del espacio.

  -¿Que esperan encontrar en éste diabólico planeta?

  -Comandante, usted sabe que se ha recibido una señal proveniente del interior de Júpiter, esa señal nos dió información que ayudó a generar ésta maravilla, lo mínimo que podemos hacer es darles una visita de cortesía.

  -Esperemos que sean pacíficas sus intenciones.

  -Tendremos que esperar para saber eso Comandante.

  La burbuja siguió su descenso al corazón de Júpiter como si la gravedad no existiera.

  -Hay algo ahí abajo.- Dijo el piloto. - Parece que llegamos al núcleo finalmente, si fuese un transbordador normal ya habríamos sido destruidos por la atmósfera, en verdad crearon una maravilla mágica.

  Todos los ojos estaban clavados en el núcleo que se estaba acercando, pero algo extraño estaban comenzando a descubrir.

  -Es una esfera perfecta, la superficie parece un espejo.

  La tripulación completa se quedó atónita ante semejante panorama, una esfera perfecta en el centro de un gigante gaseoso que mostraba el reflejo de cada uno de ellos como cualquier espejo lo hiciera.

  -¿Ahora qué hacemos? - Preguntó el Comandante.

  -Ahí veo algo. - Dijo el piloto. - Parece una parte que no tiene reflejo.

  El piloto maniobró la esfera hasta el punto donde no había reflejo en la superficie, un círculo perfecto negro, donde la esfera encajaba perfectamente. Unos momentos de tensa incredulidad entre la tripulación, hasta que el Comandante dio la orden de ingresar a la esfera.

  Dentro los rodeó una completa oscuridad, solo sabiendo que estaban avanzando por las lecturas de los instrumentos, hasta que finalmente salieron a un espacio enorme, que parecía infinito.

  -Debemos seguir en ésa dirección.- Dijo uno de los civiles mientras apuntaba con su dedo un punto en el vacío que tenían delante.

  -¿Cómo lo sabe?- Preguntó el Comandante, pero la respuesta de todos los civiles fue simplemente encogerse de hombros.

  La esfera comenzó a avanzar, pero para sorpresa de la tripulación lo estaba haciendo si recibir comando alguno y ante el intento del piloto de detenerla, la respuesta fué negativa.

  Un tiempo después, que parecía una eternidad se encontraron frente a otra esfera espejada.

  -Vamos a chocar contra esa esfera.- Dijo el piloto. - Prepárense para el impacto.

  Para sorpresa de todos el impacto no fue violento sino que hizo que la esfera espejada desapareciera, despues de eso, una figura que parecía hecha de neblina se materializó en la cubierta frente a la tripulación.

  -Muchas gracias por haber respondido mi llamado. - Escucharon la figura hablar en la mente de la tripulación. - Eones pasaron desde la última vez que estuve libre.

  -¿Quién eres?- Preguntó el Comandante.

  -¿Quién soy? es una buena pregunta, soy quién les ha estado enviando señales desde hace siglos, muchas veces quienes recibieran mis pensamientos en su planeta perdieron la razón, me llevó muchos siglos encontrar la frecuencia necesaria para que comprendieran la información sin comprometer sus mentes.- La entidad continuó su monólogo disfrutando tener una audiencia. - Hubo un tiempo en el que podía deambular libremente por el cosmos, pero una de las especies de su planeta se alió con otros como yo, que pensaban distinto y me encerraron en ésta prisión eterna, pero no sin antes haber tenido la oportunidad de lanzar unas cuantas rocas contra su planeta, la destrucción extinguió a esos traidores. eran tan inteligentes como ustedes, pero más emplumados. - La entidad mantuvo silencio por un minuto eterno antes de lanzar una carcajada terrorífica. -Ya me han liberado y ahora podré volver a deambular por el cosmos y seguir realizando mis experimentos en distintos planetas.

  La esfera se dirigió a la salida a una gran velocidad, dejando atrás el núcleo y la atmósfera de Júpiter.

  Una vez en el vacío del espacio la entidad desapareció, dejando a la tripulación con la sensación de haber sido manipulados y haber liberado una entidad maligna en el cosmos.