domingo, 10 de diciembre de 2017

Nunca encierres lo que debería estar libre.

-¿Hace cuanto que muestra estos síntomas?
-Empezaron hace una hora Señor.
-No hay de que preocuparse, ya intentó hacer esto para escapar, pero no lo logro antes y no lo hará ahora.
-Señor, ¿como podemos saber si realmente es un truco?
-Si usted llevara tanto tiempo aquí adentro no preguntaría esas cosas, salvo que no aprecie su vida. ¡Continúe con su trabajo callado!
El científico se retiro hacia otra consola de observación, mientras el novato miraba incrédulo, toda su vida de estudiante había admirado a ese hombre, él había encontrado una cura para la plaga, salvando a la mitad de la población que quedaba sobre la tierra, pero le costaba trabajo creer que fuera responsable también de la aparición de tantos fenómenos y anormales.
Volvió la vista al monitor, sabia que estaba sufriendo ahí encerrada, pero su cautiverio era para un bien mayor, así que la moralidad no tenia espacio en esas instalaciones supersecretas, hundidas en lo profundo de algún lugar del globo, rodeados de concreto, mezclado con una combinación de materiales sintéticos cien por ciento hermética, y toda la tecnología de punta, totalmente autosuficiente.
De todos los proyectos que se estaban llevando a cabo en esas instalaciones ese era el mas secreto, aquellos que eran contratados para formar parte del equipo debían cortar todo lazo con el mundo exterior, a muchos no les resulto difícil, la plaga había acabado con la mitad de la población, muchos perdieron amistades, familiares y el no era la excepción. Su madre y su hermano estaban muertos, no tenia ningún lazo que cortar con el mundo exterior, pero cuando comenzó sentía que estaba ayudando para que una cosa como esa no sucediera nuevamente.
Llevaba ya seis meses ahí adentro y varias cosas empezaban a preocuparlo.
Se perdió en sus pensamientos por un tiempo, hasta que una alarma lo despertó.
-Señor, los niveles de energía están aumentando.- Dijo por el intercomunicador.
En el monitor estaba viendo algo que lo asustaba, hace unos instantes estaba débil casi al borde del coma y ahora su vitalidad parecía elevarse.
El científico llegó corriendo.
-Es imposible que sufriera un cambio tan brusco.- Dijo el científico en jefe mirando los datos.
-Señor las cámaras internas están fuera de línea, será mejor que mire lo ultimo que captaron.- Dijo otro científico.
Todas las miradas se clavaron en la pantalla.
-Increíble, su piel se ha tornado oscura.
Un rostro hermoso e inexpresivo con los parpados cerrados volteo hacia la cámara y esta perdió la señal.
-¿Qué esta sucediendo?-Pregunto otro científico.
Todas las computadoras estaban enloqueciendo, varios monitores explotaban matando o hiriendo a quienes estaban sentados frente a ellos, la alarma se activó y comenzó el cierre del laboratorio.
-Rápido tenemos que salir de aquí.- Dijo el científico en jefe, y nadie se hizo rogar, algunos intentaron cargar a los heridos, pero el procedimiento de bloqueo y limpieza de esa sección era Terminal, una vez cerrada la sección nada quedaría con vida.
Varios lograron salir y se dirigieron hacia las escaleras donde podrían llegar a un nivel mas seguro.
Un minuto después estaban en otra central de monitoreo, el científico en jefe estaba mirando atónito lo que sucedía.
-Esto no puede ser posible, esta tomando el control de toda la sección, según estas lecturas se esta fusionando con la tecnología.- Dijo el novato.
-Es imposible, ella no podría hacer eso, no puede sobrevivir sin contacto con la naturaleza, no puede ser.- Dijo el científico en jefe.
-¿A que se refiere con eso Señor?- Preguntó el novato.
-A nada que le importe.- chillo el científico.
-Señor,- interrumpió una mujer, -es del centro de mando para usted.
El científico en jefe tomó el teléfono.
-Si señor, ha enloquecido.. si señor, ya esta en marca el proceso de limpieza, nada podría sobrevivir a ese proceso… no señor, no será necesario enviar ningún equipo especial… espere…
Otra alarma se encendía mientras hablaba.
-Imposible ha anulado el proceso de limpieza, esta tomando control de las demás secciones…- decía el novato, -ha liberado la sección M.
Al decir esto una oleada de pánico invadió a todos, en esa sección estaban los fenómenos mas mortales, todos concebidos en forma normal por humanos, pero que nacieron con deformaciones, tanto físicas como psicológicas, psicópatas en su mayoría, casi parecían salidos de la isla del doctor Moreau por sus formas físicas.
Los científicos intentaron salir, pero todas las puertas estaban cerradas. En los monitores veían a los recién liberados corriendo hacia ellos.
El científico en jefe introdujo una clave personal en una consola especial y pulso el botón esperando ver a los fenómenos caer sin vida, pero nada sucedió.
-Imposible. Este sistema es totalmente independiente del resto no lo pudo haber intervenido también.

-¿ALGUIEN PUEDE DECIRME QUE ES LO QUE SUCEDE AHÍ ABAJO?
Gritó el presidente.
-Señor estamos captando una imagen.- Dijo un operador.
-¿Han logrado reestablecer el contacto?
-No Señor, no podemos acceder a los sistemas de esas secciones.
-¿Cómo puede tener una imagen si no puede acceder?
-Porque lo que sea que esta desbaratujando todos los sistemas ahí abajo nos envía la señal.
-¿COMO?
En una mitad de la pantalla vieron el corredor vacío y en la otra a los científicos desesperados tratando de abrir las compuertas.
-¿Pero que mierda es eso?
Las sombras se acercaban, el primero en aparecer fue uno de los pequeños, pero ágiles, saltando de pared a pared, detrás los demás. La pantalla dejo de estar dividida para mostrar solo a los científicos y su creciente pánico ante la imposibilidad de escapar.
-Eso es horrible, que alguien lo apague por favor.- Sollozaba una operadora mientras en la pantalla se veía la violencia desencadenada. Pero solo vieron unos segundos después se apago la pantalla por si sola.
Pasaron unos cuantos segundos de silencio hasta que el presidente hizo reaccionar a los operadores.
-Quiero a todos en máxima alerta y quiero que aíslen por completo esa sección y cuatro mas a su entorno. Y HAGANLO RAPIDO.
Los que aun estaban asombrados por lo que habian visto eran despertados por los demas y pronto cada uno ocupaba sus puestos.
El presidente llamó por una linea segura.
-… LAMENTO HABERTE DESPERTADO Y NO ME IMPORTA QUE ESTES ACOMPAÑADO, DEBES VENIR AHORA.
Unos minutos después un hombre despeinado y a medio vestir entraba a la sala de control.
-¿Qué sucede?- Preguntó, pero se quedó atónito al ver los datos que aparecían en la pantalla. –Esto no puede ser verdad.
-Señor, hemos logrado aislar las secciones.
-Con eso ganaremos tiempo.- Dijo el presidente. -¿Cuánto tiempo para que lleguen los refuerzos?
-En dos minutos llegaremos a la primera puerta Señor.- se escucho en el parlante.
-Tomen posiciones defensivas y no dejen que nada atraviese.
-Entendido.
-Señor presidente, esta tomando el control de todas las secciones aisladas.- Dijo un operador.
-Ha enloquecido,- dijo el recién llegado mientras terminaba de abrocharse la camisa, -le dije a ese idiota que era una locura tenerla aislada totalmente. Ya no podrán detenerla.
-REPORTE CAPITAN.
-Vemos movimiento delante señor presidente…- todos en la sala de control escuchaban atentos, -pero que mierda es eso? DISPAREN FUEGO A DISCRECION, NO DEJEN NADA EN PIE.
Se escuchaban los disparos y los gritos, las maldiciones de los soldados, por un momento parecía que mantendrían el avance a raya, pero pronto los alaridos desgarradores hicieron entender que habían fallado.
-EVACUEN TODAS LAS SECCIONES DESDE EL SUBNIVEL 5 HASTA EL FONDO.
-Señor eso requerirá horas, es mucho el personal.
-ENTONCES COMIENCEN CUANTO ANTES.- Grito el presidente.
-Señor presidente,- Intervino el recién llegado mientras se ataba la corbata, pero cada nudo era inservible hasta q desistió de hacerlo. –Nuestras armas no la detendrán, seguirá absorbiendo una sección tras otra, ningún sistema escapara en toda esta gigantesca instalación, y una vez llegue a la superficie solo el cielo sabe lo que puede hacer.
-Entonces dígame genio como la detenemos?
-La única opción es detonar el reactor central.
-¿COMO?- el presidente estallo –ESO ES UNA LOCURA, NO PUEDO AUTORIZAR SEMEJANTE ACCION.
-No hay otra opción, una vez su mutación sea completa no habrá manera de detenerla controlara toda la tecnología del planeta.
-Pero estas instalaciones están totalmente aisladas del mundo somos autosuficientes.
-Pero eso no es del todo cierto, se mantiene comunicación con el exterior, y cuanto piensa que podrá ella demorar en enlazar los satélites y expandirse por todo el globo? En cuestión de minutos ha tomado el dominio absoluto de seis secciones, una vez tome el control de toda la instalación será imposible detenerla.
-Pero usted ha pensado en lo que puede suceder si detonamos el reactor?
-Si señor presidente, la infraestructura de todo el complejo contendrá la explosión y todo lo que hay dentro será reducido a escombros, pero no habrá consecuencias para el exterior, será como un gran ataúd.
-Un ataúd que vale miles de trillones…
-Por salvar esos miles de trillones, que perderán indefectiblemente, arriesgaras el resto del mundo?
-Señor.- Interrumpió un operador, - Sigue avanzando, ha tomado otras seis secciones mas.
-No queda mucho tiempo señor presidente, hay q hacerlo antes que llegue a la sección gamma y a este paso lo hará en minutos.
El presidente estaba callado mirando el piso, tardo unos segundos en tomar la decisión, pero sabia que ese loco genio engreído tenía razón.
-Evacuen todo el personal y preparen la secuencia de autodestrucción.- Todos se quedaron paralizados. –AHORA MUEVANSE.
Las alarmas sonaron por todos lados, las indicaciones para la evacuación era claras.
El presidente ingresó su código para autorizar la detonación. El reloj marcaba quince minutos para detonar, ese era el tiempo q se necesitaba para llegar a la superficie desde el centro de mando.
El transporte aumento su velocidad y luego disminuyo, hasta que se detuvo, las puertas se abrieron, varios cientos de armas apuntaron hacia ellos, pero al ver que era el presidente las bajaron.
-Señor, hemos montado un perímetro, nada podrá pasar sin que lo sepamos.
-Un minuto para la detonación.- Dijo el científico.
Los segundos parecían eternos, cuando el reloj marco cero, todos esperaban sentir la tierra temblar bajo sus pies, pero nada sucedió.
-No puede ser posible, no pudo detener la secuencia.-Dijo el científico, mientras desesperado ingresaba los comandos en el ordenador. –Lo hizo, detuvo la secuencia, no hay nada mas por hacer, es el fin.
-NO, General, prepare un equipo de elite para que llegue hasta el reactor y reanude la secuencia.
-Señor presidente, es posible que no puedan salir a tiempo.
-El deber de ellos es seguir las órdenes lo mismo que usted, así que sígalas.
El general parecía al borde del estallido, pero una voz interrumpió la conversación.
-Ninguno de sus soldados por mas entrenados que estén llegaran mas allá de un par de sub niveles, ella esta totalmente enloquecida y pronto llegara a la superficie y será inevitable que se apodere de toda nuestra tecnología.
-¿Desde cuando estas fuera de tu jaula?- Pregunto el científico con desprecio al ver al antiguo general.
-He salido hace mucho, pero eso es irrelevante en este momento, no tengo ninguna autoridad militar ni ninguno de ustedes tiene autoridad sobre mi, soy un hombre libre, solo vengo porque tengo un mensaje del comité.
Entregó el disco y el científico lo leyó en el ordenador junto al presidente.
-Es imposible que hagamos eso, nadie puede hacerlo, seria un suicidio.
-No lo creo señor presidente.- el recién llegado se acerco, -es la oportunidad perfecta, él baja, la detiene y la secuencia se reanuda.
-La detonación los mataría a ambos, eso sería perfecto.- dijo el científico.
-Y eso los dejaría a ellos sin su líder, con lo que nos resultaría mas fácil acabarlos.
El científico miro al recién llegado con el seño fruncido.
-Pensé que estabas de su lado.
-Yo estoy del lado que mas me conviene.
-Bueno basta ya de cháchara inservible, General, traigan a ese fenómeno.
-Señor presidente, no lo podemos encontrar desde hace ya tres años.
-No lo han encontrado porque no han buscado en el lugar indicado,- dijo el recién llegado, -en este momento un antiguo miembro de mi pelotón esta viniendo en un helicóptero con él sentado a su lado.
-Todo esto es demasiado conveniente. No puede ser casualidad.
-No lo es, si hubieran escuchado mis advertencias en lugar de encerrarme, nunca su hubiera llegado a esto, así que se pensó un plan para evitar que llegara a la superficie.
-¿Y como lo convenciste para que viniera?
-Eso viejo amigo es algo entre el y yo, pero te diré que él siempre cumple su palabra, aunque signifique hacer algo que le desagrada.
-Así que ese fue el precio de tu libertad, ¿lo entregas para que te liberen?- Dijo el cientifico.
-Todos entregamos algo para liberar otra cosa, así somos los humanos. Aquí viene.
El cielo se vio invadido por una centena de helicópteros, un aparatoso helicóptero de doble hélice volaba rodeado por los últimos helicópteros de combate.
-No se puede correr el riesgo que decida cambiar de idea.
El helicóptero aterrizo y los otros permanecieron apuntando por si acaso. Se abrió la compuerta y dos hombres bajaron, uno era el piloto de la nave, el otro mas bajo y se lo veía un poco raquítico, las luces se reflejaban en sus gafas espejadas y su abrigo negro volaba por las hélices.
Llegó hasta estar delante del presidente y sin preámbulos dijo con voz áspera, pero tranquila.
-Dígame donde esta la entrada y déjenme solo.
El presidente solo pudo apuntar con el dedo ante el temor que ese ser ocasionaba, a pesar de ser mas pequeño físicamente.

-¿Dónde estoy?
“¿no reconoces la prisión que tu mismo has construido?”
Cuando el científico levanto la cabeza la vio, totalmente cambiada, parecía una maquina mas que un ser de carne y hueso, pero aun así era hermosa.
-¿Qué quieres de mi?
“¿Que quieres TU de mi? Es la verdadera pregunta”
Los cables conectados a su cuerpo la mantenían suspendida en el aire, se acercó al científico y pasó un dedo frío por su rostro, “siempre ansiaste controlar lo que no puede controlarse, tener poderes que no pueden tenerse, pero ahora estas encerrado aquí conmigo, querías ver de que era capaz, pues ahora lo veras en prima línea.”
Acerco su cara a la del científico y este pudo sentir su aliento fétido, le daba nauseas.
-Muy pronto todo acabara, ya veras.- le dijo.
“Claro que si, pronto llegare a la superficie y entonces todo este mundo será mío y todo gracias a tu tecnología. Pero no era a eso a lo que te refieres, no, el reactor no detonara, esta controlado así que nada me detendrá.”
-¿Por qué haces esto?
“¿Por qué me encerraste en esta prisión de plástico? Sabiendo que podía suceder esto, así que ahora contempla tu logro, porque eso es lo que deseabas de mi, saber como podía absorber la tecnología para usar mi maldición con tus humanos en la guerra que planeas llevar contra ellos, pero no permitiré que eso suceda, los humanos sin su tecnología no son mas que simples bebes indefensos. Cuando eso suceda veras con tus propios ojos la destrucción de tu patética raza.”
-Enloquecerás antes de lograr eso.
“¿Cómo llegaste hasta aquí sin que te detectara?”
Una figura de cabellos rubios y anteojos espejados se acercó y quedo a metros de ella.
-Hay cosas que la tecnología humana nunca podrá igualar, no podrás controlar todo y en tu locura solo lograras la destrucción de todo.
“CALLATE”
Varios cables atraparon al infiltrado y lo elevaron hasta quedar a la altura de ella.
-Por Arda, que te han hecho.- Dijo mientras la miraba, -Abre los ojos, debes verte antes que sea tarde.
“Silencio, aquí yo soy quien da las ordenes.”
Se acercó a él y le sacó los anteojos espejados. Dejando al desnudo los ojos con pupilas en forma de estrella.
“¿A que has venido aquí? No tienes armas, no podrás detenerme.”
-Por el contrario, solo quería verte antes que sea tarde. Abre tus ojos y mírame antes que sea tarde, abre tus ojos.- lagrimas caían mientras le rogaba. –no me obligues a hacerlo.
Hubo un momento de silencio, el científico sentía el aire pesado.
Ella se acercó aun mas y lentamente abrió sus ojos, sus miradas se fundieron en una y ella pudo ver lo que le había sido robado, pero podía serle devuelto.
Gritó, gritó con tanta fuerza que los cristales estallaron, el científico no pudo taparse los oídos, pero hubiera sido en vano, su cerebro hubiera explotado de todas formas, ese grito no lo dejas de escuchar solo por taparte los oídos, llega directo al cerebro y este explota dejando el cuerpo inerte sin vida.
Lentamente los cables fueron soltando su presión y bajaron a quien viniera a salvarla, ella cayo de pronto y golpeó el suelo con fuerza.
Unos brazos firmes la levantaron, y cuando ella volvió a abrir los ojos vio otra vez ese rostro y con una débil sonrisa le dijo.
-Fearir.
-No, solo tengo un vago parecido con el Alteza, no soy tan digno de llevar ese nombre.
Él avanzó por la instalación cargándola en brazos.

-El conteo se ha reanudado.- Dijo el científico al presidente. –Todo terminara en quince segundos.
Esta vez todos sintieron el temblor bajo sus pies.
-¿Y ahora que tu carta de palanca ha desaparecido, como piensas mantener tu libertad?
El antiguo general rió con ganas.
-Estupido, mi palanca para mantener la libertad nunca existió, su instalación tan costosa y avanzada ya no existe, los engendros que han concebido también han desaparecido. Ahora ya no podrán contra ellos.
-¿Qué quieres decir?- Pregunto el Presidente.
La compuerta que comunicaba con la instalación se abrió y apareció él con ella en brazos.
-Imposible. ACABENLOS.- Grito el presidente.
Todos los soldados dispararon contra ellos, pero ninguna bala llegó a destino.
Un escudo de energía los envolvía haciendo que las balas regresaran contra quienes las disparaban.
Los helicópteros apuntaron sus misiles mientras todos los sobrevivientes corrían para refugiarse, pero pronto tuvieron que preocuparse por otras cosas.
-¿Quien esta disparando a nuestros helicópteros?- Pregunto desconcertado el presidente.
-Ellos han venido a la guerra.-
-¿Guerra? Si no hemos declarado la guerra
-Han encerrado a una princesa en una prisión de concreto y plástico para que no pudiera tener contacto con el mundo, ¿crees que eso no es declaración de guerra?
-¿Este es el precio de tu libertad?
-No, es el de ella.
Al volver las miradas la vieron parada junto a él, erguida, sus cabellos eran verde agua nuevamente su piel volvía a tomar brillo, de su espalda crecían grandes y coloridas alas.
En el cielo las bolas de fuego surcaban el aire de un lado a otro impactando contra los helicópteros que explotaban al instante. En tierra los soldados huían presas del pánico o encontraban una muerte dolorosa entre sus fauces.
Del cielo llegaron y se posaron en torno a ellos, la guardia de honor de ella, quienes la hubieran protegido y enseñado si no hubiera sido por ese humano que la rapto antes que pudieran encontrarla, pero ahora que la habían encontrado y la vieran en ese estado sus corazones se encogieron.
Ella levantó un brazo y acarició a uno de ellos, sintió su calor, su bravura, su vida.
Se acercó al presidente quien estaba temblando de terror. Lo miró y meneó la cabeza.
-No me mates, eso solo hará que las naciones se levanten contra ti y los tuyos.
-Eso ya es tarde.- Dijo el antiguo general.
-Maldito traidor, te has vuelto a su lado.
-Nunca abandone su lado, mi cautiverio fue solo fue para que ustedes tuvieran una opción cuando ella enloqueciera, sabíamos que la tenían encerrada, pero no sabíamos donde, debido al hermetismo de su coraza plástica, no había manera de sentirla, pero ahora que la hemos liberado aquellos que perdieron su honor cuando la capturaron podrán recuperarlo. –se agacho para quedar a la misma altura que el presidente. –debiste escucharme hace años, la convivencia con los dragones podría haber sido pacifica, pero ahora mucha gente morirá por tu estupidez, y tu vivirás con esa carga el resto de tu miserable vida. ¿Pensabas que podías tener a la princesa hada encerrada para toda la vida y que los dragones te dejaran en paz? Te diré un secreto, ella fue la primera, pero vendrán mas, y los humanos hubieran podido aprender mucho de lo que han perdido en todos estos milenios de tecnología, pero has echado todo a perder, la guerra será terrible y devastadora para los tuyos.
Se levantó y se acercó a un dragón para montarlo, pero antes de salir volando le dijo.
-Nunca debiste encerrar lo que no debe estar encerrado

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