lunes, 19 de marzo de 2012

Corazón y Mente, Mente y Corazón.

Dos cosas que comparten un cuerpo, pero en muchos casos difieren en objetivos.

Aunque ambos dos tienen algo parecido, son como un paracaídas, tanto en su funcionamiento como en sus riesgos, si no se abren no funcionan, pero al abrirse pueden dañarse con lo que se encuentre flotando en su camino.

Aunque también ambos dos pueden aprender a volar, y así seguir las corrientes cálidas y evitar los peligros, pero los imprevistos aparecen, y nunca dejan de lastimar.

Lo importante es que nunca ninguno de los dos se cierre ni guarde por temor a una corriente cruzada o un objeto flotante que lastime.

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