viernes, 5 de septiembre de 2008

Principios

"Hay hombres que luchan un día y son buenos,
hay otros que luchan un año y son mejores,
hay quiénes luchan muchos años y son muy buenos,
pero hay los que luchan toda la vida, ésos son los imprescindibles."


Importa quién lo dijo¿?
Importa donde lo dijo¿?
O lo que realmente importa es el significado¿?

Creo que quién dijera tamaña verdad no busca ser recordado sino un mensaje transmitir. Hay veces en que el lugar no es el mejor para un mensaje como éste decir, pero si hay receptores que comprenden, asimilan y transmiten el conocimiento, acaso podría ésta persona pedir recompensa mejor¿?

Mi poca, pero rica experiencia me dice que éso si es algo por lo que vale la pena seguir peleando, por más que el lugar y mucha de la gente en él sean casi desagradables, en el segundo que la puerta se cierra y todos los sentidos están puestos en transmitir y se capta la absorción, la devolución y el pedido por más, hace que lo externo resulte efímero y meros muebles exóticos (muebles que hablan) Aunque esos muebles puedan hacer y decir cosas que puedan perjudicar, la pureza del intercambio del conocimiento nunca destruirla podrán.

Ni los más grandes, terribles y sanguinarios tiranos de la historia pudieron destruir el pensamiento y la transmisión del conocimiento, porque todos olvidamos que el aprender es algo que nace grabado en nuestro cerebro, sin una guía copiamos y aprendemos de cualquiera, pero con una guía adecuada el horizonte infinito se vuelve.

Cuando un alumno me preguntó porque había dejado de competir no pudo comprender el significado de "porque ver a alguien que triunfa con lo que yo le enseñé y mi guía es algo que ninguna de mis medallas propias igualar puede" Creo que aún hoy sigue sin comprenderlo.

Me tocó estar enseñando en una escuela que miraba más el bolsillo que lo que se enseñaba y a quién.

Por de manera distinta actuar, muchos conflictos tuve, y mi familia muchos de esos tuvieron que cargar, pero por más que muchos, por no decir casi todos, los instructores de esa escuela se preocuparan primero por cobrar y después por enseñar, a la inversa me mantuve, motivo por el cuál mi alumnado sobresalía. "Estás fuera del sistema." decirme solían, a lo que yo respondía, "Yo enseño, para eso vienen los alumnos, para aprender" Eso la cabeza me costó, pero para nada me arrepiento, porque cuando uno da sin restricción interna, siempre quedará marca y siempre volverá con intereses.

Porque ves después de varios años a esos que guiaste tener principios y convicciones firmes como un roble y ves la gratitud en sus ojos cuando recuerdan.

Muchas veces nos olvidamos de lo poderosa que puede resultar esa posición y dejamos que los muebles exóticos nos incomoden y eso perjudica nuestra canalización de conocimiento, y olvidamos que durante ese tempo estamos haciendo lo que nos gusta y para lo que fuimos hechos, pero después de un tempo nos damos cuenta que en ese pequeño espacio se pueden lograr cosas gigantes, y eso es algo que nada ni nadie robarnos puede.