La primera guardia la hicieron Ashanti y
Nasim, después les tocaría el turno a Min Ho y Andrea, siendo la última Haakon
y Marama, dejando a Tasya que durmiera toda la noche, siendo aún la única que
podía manejar el vehículo.
Después de una frugal cena se disponían a
acostarse cuando escucharon el batir de unas alas muy grandes, se quedaron
todos en silencio e inmóviles esperando que sucediera algo más, pero al no
escuchar nada más que suave murmullo del río, lentamente se asomaron con las
linternas encendidas.
Vieron parado en medio de la ruta a una de
las criaturas aladas que vieran unos días antes, pero era más grande.
“¿Eso fue lo que vieron el otro día mientras
yo dormía?” Preguntó Tasya
“Si, pero eran más pequeños.” Marama dio un
par de cuidadosos pasos para acercarse, al no ver reacción alguna, intentó unos
pasos más.
La criatura giró la cabeza hacia un costado
en dirección del vehículo y después volvió a mirar a Marama, se enderezó,
desplegó las alas por unos segundos, después las recogió plegándolas a los
costados de su cuerpo y se recostó sobre su vientre.
Marama se acercó un poco más y al ver que no
había reacción por parte de la criatura caminó con paso decidido con la mano
extendida.
“Yo no lo intentaría aún.” Una voz la frenó
en seco y al girar vió a alguien parado junto al vehículo. “No los considera
amenaza, pero aún tiene sus reservas sobre ustedes.”
Los jóvenes se quedaron mirando a la figura
que se acercaba hacia ellos.
“Es la chata del viejo si, y por lo que veo
está bien cuidada, pero eso no responde una simple pregunta, ¿Dónde la
encontraron?”
La figura llegó hasta unos cuantos metros de
los jóvenes y vieron que era una muchacha, vestida con ropas oscuras.
“Alguno que pueda proveer la respuesta será
de gran utilidad.” La criatura emitió una serie de suaves gruñidos, lo que hizo
que la muchacha se volteara. “A mí no me pareció tan gracioso.”
“Nos lo dio una anciana hace unos días.” Dijo
Ashanti.
La muchacha se quedó pensando unos eternos
segundos antes de volver a hablar en dirección a la criatura.
“¿Qué piensas?”
La criatura levantó un poco la cabeza y
emitió otra serie de gruñidos suaves, la muchacha se quedó pensativa otra vez y
después habló directamente con Ashanti.
“¿Saben hacia donde se dirigen?”
Ashanti se quedó en silencio, lo mismo que el
resto de los jóvenes.
“Deduzco que no.”
Otra serie de gruñidos de la criatura.
“Si, si, ya lo sé.” La muchacha se alejó de
los jóvenes en dirección a la criatura, a mitad de camino se detuvo y les dijo.
“Si no saben a dónde van, podrían intentar llegar al volcán Lanin.” La criatura
emitió un solo gruñido en clara desaprobación. “Bueno no te enojes, ya nos
vamos.”
Sin emitir otro sonido, la muchacha se acercó
a la criatura, montó sobre su lomo, después la criatura volvió a abrir las alas,
dio un par de aleteos y levantó vuelo
para desaparecer en el cielo nocturno, dejando a los jóvenes nuevamente con más
preguntas que respuestas.
“¿Acaso estaban hablando entre ellos?”
Preguntó medio confundido Nasim.
“Yo diría que la criatura la regañó.” Dijo
Ashanti, “ese último gruñido me recordó el que las leonas usan con los
cachorros cuando los regañan.”
Marama volvió a reunirse con ellos. “¿Dónde
está ese volcán que mencionó la muchacha?”
“¿Ni siquiera sabemos quién es y quieres ir
donde ella sugirió ir?”
“Me parece que tendrías que haberte quedado
en tu casa Nasim.”
“Si empezamos a discutir ahora seguro que
estaremos toda la noche y seguiríamos sin saber nada de todo esto.” Haakon se
interpuso entre Marama y Nasim.
“Nasim tiene razón en eso de que no sabemos
quién era esa muchacha.” Ashanti pensó unos segundos antes de continuar.
“También es cierto que si nos hubieran querido hacer daño, lo habrían podido
hacer.”
“La verdad es que estamos siguiendo un camino
basándonos en sueños, sensaciones, dirección en la que vuelan criaturas
increíbles.” Min Ho miró a Nasim con una sonrisa, “Es el primer destino claro
que recibimos desde que llegamos a éste continente.”
Nasim intercambió miradas con cada uno de
ellos y luego negó con la cabeza levemente.
“Siempre pensé que mi mente no estaba bien
desde que empecé a considerar emprender el viaje, pero ahora veo que todos lo
estamos. Espero que encontremos algunas respuestas en ese volcán.”
“Muy bien, veamos el mapa a ver cuál es la
mejor ruta.” Ashanti y Tasya se sentaron en torno al mapa y revisaron las
posibles rutas.
El resto también observaban el mapa, salvo
Marama seguía manteniendo la vista en el cielo esperando volver a ver la
silueta oscura recortada contra las estrellas.
Un par de minutos después Tasya había elegido
el camino que seguirían el día siguiente y Ashanti sugirió que descansaran lo mejor
posible para poder aprovechar la luz del día siguiente, aunque la única que
pudo dormir algo fue Tasya, el resto solo dormía de a ratos.
La mañana llegó con un cielo despejado y
luego de un fugaz desayuno Tasya le recordó el camino elegido a Andrea.
“Bajaremos por ésta ruta hasta esta ciudad,
Neuquén, donde seguiremos por ésta otra ruta hasta Zapala, ahí bajaremos hasta
Junin de los Andes, ahí subiremos por ésta otra ruta.”
“Perfecto, ¿Vamos entonces?”
Los jóvenes se subieron al vehículo y
emprendieron el camino.
La ruta asfáltica no estaba tan deteriorada
como esperaban, lo que los ayudó a mantener una buena velocidad.
“Que árido.” Dijo Min Ho mirando el paisaje
desértico.
“Según el mapa cruzaremos algunos ríos, así
que podremos recargar agua.” Ashanti le aseguró.
Un rato después llegaron a una zona con
árboles y un pueblo desierto, siguieron adelante y llegaron a otro puente entre
casas desiertas y una gran rotonda, donde Tasya se detuvo un momento y la pidió
el mapa a Andrea.
“¿Ya te perdiste?” Bromeó Andrea.
“Mejor seguimos por esa ruta de la derecha.”
Le señaló con el dedo para que Andrea pudiera navegar en caso de ser necesario.
“¿Algún motivo para el cambio de ruta?”
“No estoy segura Ashanti, pero me parece
mejor.”
Tasya siguió avanzando y tomó la rotonda para
salir por la ruta de la derecha, por la cual cruzaron otro puente largo que
también era un dique, siguieron avanzando después de una larga curva a la
izquierda el trayecto fue casi todo recto, hasta que llegaron a otra zona
urbana abandonada, donde la ruta se hizo más ancha y con dos carriles de cada
mano.
“Hay que seguir hasta la cuarta calle que
sale hacia la derecha.” Le dijo Andrea.
Tasya llegó hasta la cuarta salida y dobló a
la derecha, no parecía una ruta de importancia, pero después de la segunda
rotonda se volvió de dos carriles por mano siguieron avanzando.
“Todo derecho hasta la última rotonda, donde
doblaremos a la izquierda.”
“¿Cómo sabremos que es la última rotonda?”
Preguntó Haakon.
“En el mapa no hay ruta después de esa
rotonda.” Andrea le mostró el mapa.
Llegaron a la última rotonda y Tasya tomó el
camino de la izquierda, siguió avanzando hasta que llegaron al cruce con otra
ruta importante, donde tomó esa ruta hacia la derecha y siguió avanzando hasta
llegar a una bifurcación donde tomó la ruta de la derecha y siguieron
avanzando.
“¿Cómo vienes Tasya?” Preguntó Ashanti, “¿Necesitas
descansar?”
“Estoy bien.”
Tasya seguía guiando el vehículo con
confianza y hasta disfrutando el viaje.
Siguieron avanzando por esa ruta, cruzaron
otra zona urbana abandonada y el tramo siguiente los encontró con un paisaje
árido por un buen rato hasta que llegaron a Zapala, la ciudad estaba vacía
aparentemente, como todas las que habían cruzado.
“En la tercera rotonda hay que seguir derecho.”
Esa ruta tenía bastante más curvas que las
anteriores con un paisaje más montañosos, pero aún árido.
Después de unas horas llegaron a una
bifurcación, Andrea indicó seguir por la derecha y Tasya así lo hizo otro rato
después llegaron a otra bifurcación donde doblaron a la izquierda y Tasya se
detuvo cuando llegaron al puente.
Se refrescaron un rato mientras Tasya dormía
una siesta después de comer un poco de comida.